La Dra. Valeria Rodríguez recibió una agresión física mientras estaba atendiendo en la Sala de Salud conocida como Meyrelles por parte de una paciente que quería psicofármacos: “me tiró al piso, me revolcó y me rasguñó la cara”, contó. Además, se quejó de la falta de garantías porque la agresora casi se va caminando del lugar: “costó que la detuvieran ayer porque me decían que no tenían los elementos suficientes a pesar de los 40 testigos del ataque”.
La violencia en las salitas de la ciudad de Mar del Plata son una constante, pero en algunos casos llega a extremos como sucedió ayer con una doctora que fue golpeada por una paciente a la que se negó a atender justamente por mostrarse muy violenta. La Dra. Valeria Rodríguez fue la víctima de esa agresión y habló en la 99.9: “presto servicio en la Salita de Guanahani y también en Meyrelles donde se dio la agresión”, dijo inicialmente. Luego agregó: “hace 15 años que soy médico y es la primera vez que sufro una agresión física. Las verbales son más corrientes, cuando algún paciente no recibe lo que reclama se pone violento”.
En cuanto al episodio que le tocó vivir anoche, la Dra. Rodríguez relató que “esta paciente que me agredió va a buscar psicofármacos a la salita. Fue el año pasado y la última vez que vino, me insultó. Esta vez le dije que era muy agresiva y no quería atenderla más, que busque otro médico para atenderse en la salita. Se paró y me dio un cachetada. Pude reaccionar para sacarla del consultorio y ahí me empezó a pegar delante de todos los pacientes que estaban sentados. Eran todas mujeres, había un sólo hombre en toda la salita. La única policía que estaba ahí es administrativa y no lleva armas”.
No fue fácil quitársela de encima y estuvieron más de 3 minutos para que finalmente pudieran detenerla: “me tiró al piso, me revolcó y me rasguñó la cara. No la conozco, la primera vez que vino fue el año pasado con una serie de fármacos que no estaban indicados por ningún médico y por una afección que ella dice que es convulsiva pero estaba medicada para otra cosa. Le pedí una historia clínica para saber porque la medicaban así, nunca más volvió”, contó sobre la anteriores oportunidades donde la había visto. “La segunda vez que vino hizo una especie de crisis epiléptica y ayer que fue, empezó de mala forma. Le expliqué que si no hay una mala relación médico-paciente, tengo derecho a elegir a quien atiendo en caso de que no sea una emergencia. Hay situaciones de violencia constantemente”, aclaró.
No pasa sólo de un episodio aislado porque ahora no podrá trabajar más en ese lugar: “me amenazó también y yo no puedo atender más en esa salita. Uno tiene que afrontar el día a a día porque llego temprano y me voy a las 5 de la tarde”, dijo sobre las consecuencias del ataque sufrido ayer.
Más allá de lo que representa la agresión puntualmente, la Dra. Valeria Rodríguez se lamentó de la reacción que tuvo la justicia al momento de denunciar el hecho: “costó que la detuvieran ayer porque me decían que no tenían los elementos suficientes a pesar de los 40 testigos del ataque. Como soy médico de policía, hablé con mis jefes e intervinieron. La señora estuvo sentada en la salita desde las 15.50 hasta las 17.04 que se la llevaron. Cada vez que salía me seguía insultando”, recordó. “Lo que más me molestó, más allá de la agresión es que pueda entrar a un lugar, golpear a la médica que está atendiendo e irse caminando después de estar 3 horas sentada ahí. La falta de respuesta en materia de seguridad me indignó muchísimo”, concluyó.