Inversión extranjera: del desembolso forzado al regreso genuino

Unas 40 compañías ya anunciaron proyectos concretos por unos US$ 15.341 millones entre diciembre y fines de mayo. La cifra es tres veces superior a la de igual período en 2015.

Foto-Vicente-MartiAlgunos lo hicieron en una audiencia con el presidente de la Nación. Otros apostaron por un encuentro con el ministro que lidera la cartera en la cual compiten, mientras las compañías de más bajo perfil lo comunicaron directamente a sus inversores mediante los reportes que emiten habitualmente.
La suma da unos US$ 15.341 millones de 40 nuevas inversiones extranjeras directas anunciadas entre el 10 de diciembre, fecha en la que asumió el nuevo gobierno, y el cierre del mes de mayo.
El resultado del relevamiento realizado por LA NACION sobre la base de datos de la Agencia Argentina de Desarrollo de Inversiones demuestra que la cifra es tres veces superior al nivel de anuncios que manejaba la Subsecretaría de Desarrollo y Planeamiento Productivo en igual período de 2015. Las mineras y firmas energéticas, las automotrices y las compañías de telecomunicaciones figuran a la cabeza entre los desembolsos anunciados . El quién es quién (ver recuadro página 2) demuestra también que muchas firmas que habían postergado sus apuestas optaron por reactivarlas con posterioridad a las elecciones.
La tendencia es creciente con respecto al año pasado. “El clima de inversión es distinto. De hecho, a nosotros nos cambió la naturaleza del negocio. Antes trabajábamos sobre el día a día y qué podía pasar en las próximas 24 horas y hoy tenemos consultas de índole estratégica y sobre proyectos de inversión de largo plazo”, se sincera Dante Sica, titular de Abeceb.
El economista es gráfico respecto de lo que viene versus lo que pasó durante los últimos años: “Antes una negociación internacional se limitaba a «cómo hago para liberar un contenedor de la Aduana»; hoy la consulta es qué implica que la Argentina esté como observadora en la Alianza del Pacífico”.
Según sus datos, hay otra tendencia que muestra el cambio: se realizaron 15 anuncios de fusiones y adquisiciones durante el período de mediados de diciembre a mayo, lo que muestra un mayor dinamismo de este tipo de operaciones con respecto a los últimos años, donde las compras y ventas de empresas se encontraban acotadas a raíz de las trabas financieras existentes. “Se realizaron muchas adquisiciones de alimenticias y energéticas. También firmas que empiezan a expandir su negocio y buscan posicionarse en lo que viene. El sector de telecomunicaciones será sin dudas uno de los más dinámicos”, suma el titular de Abeceb. Por otra parte, se revirtió la tendencia de retiradas de jugadores internacionales por la llegada de aquellos que consultan entre las principales boutiques de M&A (fusiones y adquisiciones por sus siglas en inglés) sobre las oportunidades locales.
Alejandro Díaz, director ejecutivo de la Amcham -la cámara de comercio de los Estados Unidos en la Argentina-, afirma que “más del 60 por ciento de las inversiones de nuestras empresas son superiores este año. Se trata de desembolsos genuinos y no como ocurría anteriormente que eran obligados por la imposibilidad de girar dividendos a las casas matrices”. Para Díaz esto es sólo el comienzo. “Vamos a tener que transitar el resto del año para cristalizar proyectos en infraestructura e inclusive en Vaca Muerta”, resume.
Varias son las medidas que aceleraron el regreso de los inversores: la devaluación de diciembre, el final del cepo cambiario y la eliminación de algunas retenciones y la reducción de otras, figuran a la cabeza entre las razones esgrimidas por aquellos que definieron aumentar su apuesta local.
También el final de las trabas para importar insumos productivos y sobre todo, la posibilidad de girar dividendos que se había convertido en el principal GPS para recalcular los proyectos locales hasta nuevo aviso. También aparece como otro de los factores fundamentales del aumento de las inversiones extranjeras, el final del default tras el cierre de la causa a la que los empresarios denominaban “eterna” en el marco del juzgado de Thomas Griesa.
“Se da una particularidad en nuestro día a día. Por un lado Brasil nos juega en contra porque su situación institucional desploma nuestras exportaciones al principal socio del Mercosur, pero por otra parte existe una situación que hace más de doce años que no se daba: somos nuevamente la estrella entre los emergentes”, se entusiasma un alto funcionario del Gobierno que atraviesa su día a día en Balcarce 50.
El hombre de confianza del Presidente agrega: “Tampoco es casual que los desembolsos se ratifiquen después de la llegada de Barack Obama y de los representantes de Italia, Francia y España, entre los principales mercados de Europa”. Es justamente en este último país en el que el ministro de Hacienda les pidió “perdón a los inversores” en un gesto que tuvo una interpretación muy distinta en el mercado de cabotaje que en el viejo continente.
También hay grupos empresarios de China, Japón y Corea, entre otros referentes que plantearon su interés a Juan Procaccini, titular de la Agencia Argentina de Desarrollo de Inversiones.

Las contras por resolver

Pero no todas son rosas para el regreso de la inversión extranjera directa. Hay factores que los empresarios internacionales miran aun con recelo dentro del mercado doméstico. El ranking de prioridades por resolver surge de un relevamiento realizado por LA NACION entre diez CEO locales de firmas multinacionales que hoy evalúan sumarse al listado de los 40 proyectos ya anunciados.
La principal preocupación coincide con la de las encuestas de expectativas económicas locales y es la inflación. Para los ejecutivos, la “promesa del segundo semestre” debe acompañarse con resultados concretos en términos de un incremento de precios que se desacelere. La estimación del 33,4% que hacen las consultoras para este año resulta muy por encima de la media a la que aspiran de un país en el que invierten. Lo mismo ocurre con el freno del consumo local previsto para este ejercicio y la caída del PBI de cerca de un punto en la que coinciden los principales economistas. La creciente conflictividad gremial, la apreciación del peso, y los índices de inseguridad local, son otros de los barómetros que en el famoso by the book tienen en cuenta los inversores antes de dar el visto bueno definitivo a un regreso o a un aumento de sus desembolsos.
“En la Argentina se da una paradoja que no encuentro en otros países. Es uno de los mejores generadores de macroeconomistas del mundo pero es justamente el país en el que se aplicaron las peores políticas macroeconómicas a nivel global durante los últimos años”, resumió el premio Nobel de Economía Thomas Sargent en el marco del evento organizado por la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión.
“Sin embargo, soy muy optimista respecto de lo que viene, sobre todo por el potencial que tiene el país y las nuevas estrategias que se están aplicando para proyectar el futuro”, agregó en un mano a mano con LA NACION. Fue justamente Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, quien le contó en primera persona cuáles fueron las medidas tomadas desde que asumió el presidente Mauricio Macri. Sargent y Sturzenegger se conocieron hace ya varios años en el marco del mundo académico. De hecho fue el Nobel 2011 quien le dio el aval a una beca de estudios para el hoy titular del Central.
“La seguridad jurídica dejó de ser un tema por resolver. Hoy el marco está pero es cierto que la confianza se construye en el día a día y que después de tantos años de ningunear a los inversores hoy algunos nos siguen mirando con desconfianza”, admitió por lo bajo el mismo funcionario de Balcarce 50.
En ese marco presentarán esta semana al congreso el proyecto de ley de PPP (Private, Public, Partnership) para alianzas público privadas. El objetivo es generar un marco claro que sirva de anzuelo para las obras de infraestructura que vienen.