Los casos se desarrollaron antes de tiempo porque se adelantó el frío. Piden a la gente que no deje de tomar recaudos.
El brote de gripe que se está desarrollando en la Argentina es el peor si se consideran los últimos cinco años. Lo admitió ayer a Clarín el director nacional de epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación, Jorge San Juan. La infección que se transmite de una persona a otra, a través de la tos, los estornudos o simplemente cuando se habla, ya produjo la muerte de 125 personas hasta la semana pasada en 18 provincias. Como las temperaturas siguen bajas y hay circulación del virus, pronostican que el brote seguiría hasta agosto.
Se sabe que cada invierno, hay más transmisión del virus de la gripe, una enfermedad que puede prevenirse con el lavado de las manos frecuente y la vacunación, que es obligatoria y gratuita en el país para las personas en grupos de riesgo para evitar complicaciones y muertes. “Este año, desde el Ministerio distribuimos 9,6 millones de vacunas a las provincias. Se hizo campaña para que se administren a las personas en grupos de riesgo”, expresó San Juan. Sin embargo, la mayoría de los 125 muertos por gripe estaban dentro de los grupos de riesgo y no estaban inmunizados. Muchos eran adultos jóvenes con una condición previa, como diabetes u obesidad, que aumenta el riesgo de complicación si la persona adquiere el virus.
Ayer, San Juan y otros funcionarios del Ministerio de Salud, Eduardo Francisco Munin y Néstor Pérez Baliño, fueron a dar un informe a la comisión de salud de la Cámara de Diputados de la Nación. Uno de los reclamos de la oposición fue que algunas provincias se quedaron sin vacunas antigripales y que las muertes podrían haberse evitado. Para San Juan, “la cantidad de vacunas que se envió fue decidida a partir de los pedidos que hicieron las provincias en setiembre del año pasado. El Ministerio les mandó la cantidad que solicitaron. Quizá hay que calcular mejor la cantidad de personas en grupos de riesgo que hay en el país actualmente”.
Sin embargo, Carolina Gaillard, presidenta de la comisión de salud de Diputados (del Frente para la Victoria), tiene otra explicación. “Consideramos que no hubo una campaña clara para que la población de riesgo fuera a vacunarse. Desde diciembre pasado, se desarticuló la dirección nacional que controlaba las vacunas por decreto y se cortaron contratos a promotores de salud y médicos comunitarios. Esto llevó a que hoy contemos 125 muertes y a que los hospitales de mediana y alta complejidad estén desbordados”, dijo a Clarín. “Este año, las provincias pidieron 900.000 vacunas más. Considero que faltó más campaña de comunicación para que concientizar a la población. Para no lamentar más fallecimientos, hoy ya se debería preparar la campaña para 2017”, comentó el infectólogo y profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires, Horacio López, al ser consultado por Clarín.
Según los registros de la cartera de salud, el brote de gripe empezó en la región del Noroeste argentino, que hoy junto con la Patagonia son las más afectadas. Según San Juan, el brote de gripe a fines de junio se explica al tener en cuenta que la circulación del virus se adelantó más de 6 semanas en comparación con los años anteriores. “Estábamos con el dengue, y apareció la gripe en el Noroeste. Las vacunas se distribuyeron a tiempo, pero hay grupos de riesgo que están más demorados como las embarazadas y los bebés de 6 meses a 2 años.
Ahora, el brote puede seguir durante las próximas semanas, porque el frío sigue y hay circulación viral”. También deben vacunarse los mayores de 65 años, las mujeres que pasaron por un parto recientemente, y los niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, trasplantados, diabetes y obesidad.