Quienes nacieron en la era de la tecnología valoran más el tiempo libre fuera de las pantallas que sus papás.
Paradójicamente, los jóvenes nacidos en la era de Internet y la telefonía móvil están más dispuestos a desconectarse en vacaciones que sus padres de la Generación X o Baby Boomers. Así lo demuestra un estudio sobre ‘Desintoxicación digital’, realizado entre 14.000 personas de entre 20 y 55 años en Estados Unidos; Canadá; México y Brasil. El informe, realizado por la consultora IMS para la firma Intel, destaca que mientras un 49% de los millennials intentan desconectarse de sus teléfonos y de internet mientras están de viaje, apenas un 37% de quienes tienen entre 40 y 55 años lo hace. El trabajo también revela diferencias de género, ya que está dispuesto a desconectarse un 57% de los hombres, pero sólo un 44% de las mujeres.
Al ser consultados sobre qué es para ellos “estar desconectado”, entre un 64% y un 78% (según el país) de los encuestados, lo define como “no usar Internet en absoluto”. Muchos menos (alrededor de un 50%), señalan que “desconectarse implica no usar internet ni realizar ninguna llamada telefónica”.
Más del 40% de quienes no tienen intención alguna de desconectarse, señalan que necesitan estar disponibles para sus familias en todo momento. El segundo motivo más mencionado es que “necesitan su dispositivo para planificar y organizar su viaje, y el tercero es el deseo de compartir sus experiencias, fotos y video del viaje en tiempo real con sus amigos.
En tanto, más de la mitad de quienes intentaron desconectarse (55%) en las vacaciones, no lo consiguió. No obstante, un 65% de quienes sí lo lograron destacaron que sus vacaciones fueron más divertidas, sintieron menos stress y pudieron disfrutar y conocer mejor los paisajes y relacionarse con otras personas. Además, el 88% de los encuestados aseguró que no sufrieron estrés alguno al regresar y re-conectarse en sus actividades laborales y personales.
A medida que crece el acceso a internet móvil y la conectividad en múltiples dispositivos, un movimiento de “desintoxicación digital” (Digital Detox) está cobrando vida. En Estados Unidos y países de Europa, crece la tendencia a tomarse fines de semana y breves vacaciones “desenchufadas”, e incluso hay bares, restaurantes y hoteles donde la premisa es dejar el celular en un armario con llave para no poder usarlo durante la estadía.
Los expertos alertan, no sólo por los riesgos de no lograr descansar ni disminuir el estrés por seguir “enchufados” durante las vacaciones, sino por el peligro que esto implica para la seguridad de los datos personales.
“Al conectarse a redes públicas, los viajeros se exponen a que sus datos sean hackeados”, advierten especialistas de Intel Security. “Se debe evitar comentar en redes sociales dónde y cuándo uno está tomando vacaciones, porque esta información puede ser aprovechada con fines de robo. Lo más indicado es subir las fotos y detalles del viaje una vez que se ha regresado”, recomiendan.
Creciente evidencia científica destaca los peligros de la “hiperconectividad”, y los beneficios de la “desintoxicación digital”. Según el American College of Cardiology, el uso intensivo de pantallas (más de 6 horas diarias), aumenta el riesgo de cardiopatías, y el International Journal of Obesity lo relaciona con obesidad, desórdenes del sueño, estrés y depresión. Motivos más que suficientes para desconectarse en vacaciones.