Nigel Farage dimite como líder del partido eurófobo UKIP

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El también eurodiputado asegura que ya ha hecho su parte tras el referéndum del ‘Brexit’

Nigel Farage, hasta este lunes líder del eurófobo UKIP (Partido de la Independencia de Reino Unido) acaba de anunciar su dimisión en una conferencia de prensa en Londres. “Nunca he sido un político, ni he querido hacer de la política mi profesión. He estado en política con el objetivo de sacar a Reino Unido de la Unión Europea”, ha asegurado. “Así que creo que lo correcto es que me haga a un lado como líder del UKIP”.

Farage, que también es diputado en el Parlamento Europeo y que se ha destacado por sus duras posturas contra la inmigración y por el control de las fronteras, ha considerado que el partido se encuentra en un momento bastante bueno, y que ha sido difícil “a veces”, pero que todo ha merecido la pena.

Si de algo no se puede acusar a Nigel Farage, de 53 años, es de falta de coherencia política. Su postura carece de matices. Ya cuando se graduó en la prestigiosa escuela privada de Dulwich College y se lanzó a buscar fortuna en la City, tenía su enemigo bien identificado: el proyecto europeo.

El ha sido uno de los principales responsables de la victoria del Brexit. Aunque no ha estado en la campaña oficial por el Leave, apartado precisamente por sus radicales posturas contra la inmigración, sus argumentos por el control de las fronteras y contra lo que representa Bruselas han sido algunos de los argumentos que más han calado en un electorado cansado del establishment, de la burocracia y con miedo al de fuera. De hecho, fue su amenaza al Partido Conservador —UKIP fue la formación más votada en las europeas de 2014— lo que llevó al primer ministro David Cameron a convocar un referéndum con la ilusión de zanjar para siempre el debate europeo.

De Farage también es el mérito de haber colocado en la primera línea del debate político británico el miedo a la inmigración que subyace en la Inglaterra media. Casado en segundas nupcias con una alemana y padre de cuatro hijos, encarna la caricatura del liberal anglosajón. Cuanto menos Estado, mejor. Y un supra Estado, ni en pintura. Para Farage la libertad individual es soberana, lo que le ha llevado a sostener posturas relajadas respecto a la legalización de las drogas o el matrimonio homosexual.

Ha intentado entrar en el Parlamento de Westminster siete veces y las siete ha fracasado.