Un informe de la inteligencia holandesa describe el uso de los terroristas de las rutas hacia Europa y habla del riesgo a corto plazo de atentados del ISIS o Al Qaeda.
Los servicios secretos holandeses calculan que “muchas decenas” de personas dispuestas a perpetrar un atentado han sido “enviadas por el Estado Islámico [ISIS por sus siglas en inglés] a Europa, aprovechando las mismas rutas de los refugiados; Grecia y Turquía en particular”. Uno de los terroristas que actuó en París el año pasado, entró de esta forma. Dick Schoof, coordinador nacional de la lucha antiterrorista, así lo ha señalado este lunes durante la presentación de su informe anual. Hasta ahora, no se consideraba plausible que los yihadistas se mezclaran con tanta facilidad entre los civiles que huyen de la guerra en Siria e Irak.
El mayor flujo se registró entre el pasado verano y principios de este año. Y teniendo en cuenta que la vía greco turca ya no se usa, esta amenaza concreta no se considera “actual”. Sin embargo, “dado el fraude con los pasaportes, la falta de control firme de la frontera externa de la UE y la libre circulación entre los países de la zona de Schengen [22 de los 28 miembros de la UE, además de Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein] se corre el riesgo de no detectar a tiempo todos los movimientos fronterizos”.
Por motivos de seguridad, Schoof no ha especificado sus métodos de investigación ni a qué países se han dirigido los combatientes. Sí ha admitido que, a corto plazo, “podrían producirse nuevos asaltos en suelo europeo porque se trata de la principal amenaza”. De todos modos, el peligro no viene solo del lado de ISIS. “Al Qaeda sigue siendo capaz de cometer atentados a gran escala”, ha dicho.
Los atentados de París (noviembre de 2015), Bruselas (marzo de 2016) y Estambul (junio 2016), muestran que el ISIS “prepara y coordina desde 2014 de forma estructurada atentados en Europa”. Los arrestos efectuados en el seno de las redes yihadistas de Francia y Bélgica, indican a su vez “la posible presencia de diversas células del ISIS en el continente”, según el informe. El experto ha indicado asimismo que la “creciente polarización registrada en los diversos países europeos puede servir de caldo de cultivo para la radicalización y el extremismo”. Se refiere aquí a la mezcla de rechazo, cada vez más visible, a los refugiados y el miedo al terrorismo. De ahí que se hayan observado sendas reacciones agudas, a derecha e izquierda del espectro político, “en el contexto de la política de asilo”.
En el plano holandés, la cifra de ciudadanos que se han sumado a las filas del autodenominado Estado Islámico ha descendido desde principios de 2016. Desde 2012 partieron a Siria e Irak cerca de 260 personas. Unos 40 han regresado y otros 42 han muerto allí. En estos momentos, hay alrededor de 170 holandeses, mujeres y niños incluidos, en la zona. Los menores cuentan como posibles terroristas a partir de los nueve años, porque entonces empieza su entrenamiento con armas.