Argentinos de exportación. El quilmeño Juan Pablo Gelis fundó en Dublín “Argentino Grill”, una empresa de catering que ofrece los típicos sándwiches a la parrilla, tal como se pueden degustar en la costanera de Bs. As., aunque con un estilo gourmet. Además, se jacta de haber puesto “de moda” el chimichurri en la capital irlandesa.
Tras estudiar dirección de cine y fotografía, el argentino Juan Pablo Gelis decidió en 1998 renunciar a todo (desde su empleo en un canal de TV, hasta la relación que mantenía con su novia) e irse a España en busca de nuevas experiencias. Allí hizo un master en dirección de TV y trabajó en TVE y Tele 5. Pero Gelis no estaba conforme con su inglés, por eso dos años después partió hacia Irlanda para perfeccionarlo. Fue en Dublín donde comenzó a desarrollar sus habilidades culinarias al trabajar como “breakfast chef” en la cocina de un hotel. Según cuenta a Ámbito Biz, sus desayunos “tenían muy buena reputación y empezaba a creer que podía ir por más”. En 2006 fundó una empresa que importaba productos decorativos de la Argentina. “En ese negocio gané una muy valiosa experiencia en la industria de comercio, especialmente en festivales, mercados callejeros y eventos…”, recuerda.
Periodista: ¿Cómo y cuándo nace “Argentino Grill”?
Juan Pablo Gelis: Fue en 2010, con la idea de ofrecer los típicos sándwiches a la parrilla que se pueden degustar en la costanera de Buenos Aires, pero con la particularidad de hacerlos con un estilo gourmet para “food markets”, festivales, bodas, cumpleaños y almuerzos empresariales.
P.: ¿Qué oportunidad vio para el negocio?
J. P. G.: De la época en la que participaba en ferias y festivales siempre pensaba en montar un puesto de parrilla argentina ofreciendo choripán, lomitos, bondiola y hamburguesas. Y no tenía duda de que iba a ser un éxito y así fue desde el comienzo.
P.: ¿Cuál fue la inversión inicial?
J. P. G.: Unos 12.000, provenientes de ahorros personales…
P.: ¿Cómo fue el comienzo del emprendimiento?
J. P. G.: Al principio tuve un socio argentino, con quien montamos el primer gazebo después de mucho trabajo en lo estético y requerimientos de bromatología y normas de higiene.
P.: ¿Con qué obstáculos se encontró?
J.P.G.: Se nos hizo cuesta arriba conseguir buenas parrillas. De hecho terminamos comprando equipamiento en Reino Unido. También fue difícil encontrar una empresa que imprimiera un banner con nuestro logo en el gazebo. Trabajar en la vía pública tiene sus inconvenientes, como lidiar con organizadores de markets que no son transparentes y/o gente que te copia cuando tenés éxito. Otra complicación es el clima, ya que la lluvia es muy frecuente. Las precipitaciones durante un evento pueden reducir las ventas hasta un 40% aproximadamente.
P.: ¿Cómo es la carne irlandesa en relación con la argentina?
J. P. G.: No es del nivel de la argentina, pero tampoco es mala, dado que acá hay muy buenas pasturas. En su momento tuve complicaciones para conseguir chorizos. Por eso le pasé una receta argentina a un carnicero conocido, que empezó a producirlos.
P.: ¿Cuál fue la recepción que tuvieron los sándwiches entre los irlandeses?
J. P. G.: Muy buena, los sándwiches de carne a la parrilla están en pleno auge en Irlanda. Siempre que vamos a un evento, por más que haya competencia, nos eligen por la calidad del producto. Por otra parte, puedo decir que el chimichurri lo puse de moda en Irlanda, ya que nadie lo conocía. Le decían pesto, no sabían pronunciarlo, pero ahora lo piden siempre. Hasta lo salió a vender una cadena de supermercados, pero es de muy mala calidad.
P.: En su mejor año, ¿cuánto llegó a facturar?
J. P. G.: Cerca de 25.000.
P.: ¿Qué proyección hace para el corto y mediano plazo en relación con el negocio?
J. P. G.: Me gustaría expandir el negocio a otro país de la UE o bien subir el escalón y montar un restorán o café para hacer lo mismo desde un lugar fijo. Siempre busco la posibilidad de ampliar el equipo para encarar los festivales más grandes de Irlanda y Reino Unido donde los costos de ingreso son más altos.
P.: ¿Cómo impacta el “brexit” en la economía de Irlanda?
J. P. G.: Están todos a la expectativa de las implicancias, aunque ya hubo repercusiones positivas porque se depreció la libra con respecto al dólar y se prevé que varias empresas del Reino Unido vengan a instalarse a Irlanda. Más allá de eso, el país ya se venía recuperando de la crisis económica de 2008. En Dublín se observan nuevamente las grúas de construcción y se nota que la gente consume más.