El público aplaudió a las fuerzas de seguridad y sanidad y mostró su descontento a varios ministros franceses; el presidente municipal de Niza acusó al gobierno de no haber hecho lo suficiente para impedir la tragedia.
Asistentes al minuto de silencio celebrado en el puerto de Niza, sur de Francia, en homenaje a las víctimas del atentado del jueves pasado en el puerto galo, abuchearon al primer ministro francés, Manuel Valls, quien asistió a la ceremonia, y pidieron su dimisión.
“Asesinos, dimisión”, gritó en dirección de Valls y de una de sus ministras parte del numeroso público que asistió al acto celebrado en el paseo marítimo de los Ingleses, en donde el pasado jueves un tunecino atropelló a decenas de personas presuntamente siguiendo órdenes del Estado Islámico (EI), que reinvidicó el atentado.
El cortejo encabezado por el jefe de gobierno socialista fue abucheado a su llegada al acto y al término del evento celebrado en un enclave del puerto, en el que gobierna la derecha opositora del presidente municipal Christian Estrosi, quien acusó al gobierno de no haber hecho lo suficiente para impedir la tragedia.
Al minuto de silencio, celebrado en el mediodía local, acudieron miles de personas y personalidades, además del jefe de gobierno, como la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, el príncipe Alberto de Mónaco, el capitán de la selección francesa de futbol, Hugo Lloris, y el alcalde de Niza, Christian Estrossi.
Los asistentes aplaudieron a los miembros de los cuerpos de seguridad y de sanidad que participaron en el acto del minuto de silencio, que comenzó con el disparo de un cañonazo y terminó con los asistentes entonando el himno nacional de Francia, “La Marsellesa”.
En Niza los floristas de la localidad sembraron de flores blancas los dos kilómetros del paseo marítimo del puerto en los que fallecieron aplastados por un camión frigorífico las 84 víctimas de la masacre perpetrada por un ciudadano tunecino, un “soldado del Estado Islámico” según la organización yihadista.
El minuto de silencio se guardó en más ciudades del país, incluida París, aunque con escasa participación, y en los edificios oficiales de toda Francia en donde ondean las banderas francesas a media asta.
El evento ha tenido lugar en el tercer día de luto nacional decretado por el presidente francés Francois Hollande en homenaje a las víctimas y heridos del atentado del jueves pasado, Día Nacional de Francia.