Así es la megafábrica de 13 km2 con la que Tesla y Elon Musk quieren cambiar el mundo en el que vivimos

¿Tiene Elon Musk más dinero que buen juicio? ¿O exactamente lo contrario?

GigafactoryEl director ejecutivo de Tesla es, en un mundo post Steve Jobs, el mayor visionario de Silicon Valley. No hay ninguna duda.
Pero con cada nuevo lanzamiento de producto -o, en este caso, de un edificio- parece se queda corto en tiempo y dinero para hacer realidad sus ambiciones.
Mientras más logra, más grande parece volverse la tarea. Y el presupuesto.
Durante una típicamente abrasadora tarde de martes en el desierto de Nevada (oeste de EE.UU.), cerca de Reno, Musk le habló a un grupo de periodistas acerca de sus ambiciones globales.
Acabábamos de recorrer la nueva Gigafactory, la planta de fabricación de baterías de Tesla de US$5.000 millones y 13km2 de extensión que ya comenzó a producir, pero que no estará al tope de su capacidad hasta 2020.
Para entonces, será el edificio con el mayor impacto físico en el mundo entero.
Musk espera que, al fabricar las células de batería aquí, podrá innovar a mayor velocidad y reducir los costos en un 30%.
La fábrica es en parte una alianza con la empresa ya que hace las células de Tesla, Panasonic.
La empresa japonesa ha invertido poco menos de US$2.000 millones en la planta (lo cual, al parecer, no es suficiente para que pueda poner su nombre sobre la puerta, según noté).
Los equipos de Panasonic, cubiertos con lonas -y de los que no se pueden tomar fotos, como ocurre con gran parte del edificio- estarán listos para operar en cuestión de semanas, nos dijo nuestro guía.
Pero la compañía no estaba dispuesta a contarnos muchos secretos.
Al entrar a una habitación en el segundo piso, el guía nos advirtió que no tenía permitido contarnos “qué es esto o qué hace”.

Ideas geniales

En un parte de la fábrica Panasonic trabajará en sus células.
Una vez listas, se las entregará a Tesla para que continúe el proceso.
Para ello usará un agujero en el piso, en vez de tener que transportarlas a través del océano Pacífico, como hace hoy en día.
Pero incluso allí, parados en medio de la Gigafactory, maravillándonos por su dimensión, Musk nos habla de que no es suficiente.
No está contento con una Gigafactory. No. Lo que en verdad quiere es “una en Europa, en India, en China… al final, donde haya una gran demanda para el producto final”.

Gigafactory en números

Costo estimado: US$5.000 millones
Área ocupada: 13 km2
Estado del proyecto: 14% terminado, con 177.000m2 de espacio operativo
Espacio operativo total: tendrá 550.000m2 cuando esté concluido
1,000 trabajadores de la construcción están empleados actualmente en el proyecto, que está adelantado dos años en su cronograma
Busca suministrar 35GWh de energía de batería para 2018. Eso es más que la producción global combinada de baterías que hubo en 2014. La producción podría crecer otros 150GWh

“Cuando los costos de envío se vuelven significativos, la forma obvia de combatirlo es poner al menos una Gigafactory en el mismo continente (a donde se va a despachar el producto)”, afirma Musk.
Es parte de su naturaleza espetarle ideas pródigas y costosas a la gente, del mismo modo que las personas que viven en el mundo real podrían hablar sobre la compra de una camisa o pagar por una película a la carta.
Es cierto que Musk ha invertido una gran cantidad de dinero propio en los proyectos de Tesla.
Pero los que financian sus geniales ideas son los inversionistas. Aunque Tesla también ha recibido algo de ayuda gubernamental por la vía de los subsidios a energías renovables.
De acuerdo con el “plan maestro” que publicó la semana pasada, el próximo paso de Tesla son los autobuses y camiones eléctricos.
Y paneles solares fáciles de instalar para el público en general, así como almacenamiento de energía.
Y una flota de automóviles Tesla que se conduzcan solos en cada ciudad y pueblo, para competir con Uber.
Cuestionado acerca de cuánto puede costar implementar este plan maestro, Musk se encoge de hombros y responde: “Decenas de miles de millones”.
¿Más dinero que buen juicio, entonces?
Puede ser. Pero quizás sea injusto decir eso, cuando te das cuenta de que mucho de lo que dice Musk tiene todo el sentido del mundo. Simplemente necesita más (mucho más) dinero para lograrlo.

Inversionistas leales

La Gigafactory no es cualquier capricho multimillonario. Es una visión sólida del futuro de la manufactura, una forma de hacer baterías más rápido, sin tener que arrastrar materiales de un lado al otro del océano Pacífico.
Si todo sale según el plan, será 100% sostenible y podrá contribuir a fabricar 500.000 autos eléctricos cada año, además de otras tecnologías de almacenamiento de energía que podrían terminar siendo la verdadera contribución de Tesla al mundo.
Y la Gigafactory podría crear, quizás, hasta 10.000 empleos en el área vecina.
No hay muchas empresas en Silicon Valley que estén haciendo eso.
Es esta manera de pensar en grande que tiene Musk lo que atrae el capital que necesita tan desesperadamente.
Pero las cuentas tienen que cuadrar rápido o su encanto comenzará a desvanecerse.
Cuando la BBC le pregunta si la publicación de su plan maestro y la apertura de la Gigafactory habían sido planeadas de forma tal que contrarrestaran la posibilidad de que los resultados financieros de Tesla -que deben publicarse la semana próxima- sean negativos, Musk responde sin dudarlo.
“No había pensado en el reporte de ganancias hasta que lo mencionaste”, dice.

Blackbird

Pero seguramente sí habrá pensando en que su promesa de que Tesla haría dinero este año parece muy lejos de hacerse realidad. Y si sus leales inversionistas lo han apoyado hasta este punto, es posible que le pregunten cuándo, o si es que alguna vez, comenzarán a ver ganancias.
Sin embargo, los inversionistas creen en Musk por el aura que ha creado. Imagínate lo que significaría salirse ahora si realmente termina cambiando el mundo.
Ya hemos visto a Musk diversificar sus fuentes de recursos.
En marzo, 325.000 personas pagaron cada una, US$1.000 para reservar uno de los automóviles Modelo 3 en que trabaja Tesla.
El esquema buscaba recaudar fondos para la producción, pero también azuzar el interés. Aunque ahora está bajo la presión de satisfacer a esos clientes.
El refrescante estilo de Tesla es lo opuesto del proceder supersecreto de Apple, pero Musk sostiene que no le preocupa que otros le roben sus ideas.
Usando una comparación con el avión de guerra Blackbrid SR-71 -“probablemente la más grandiosa aeronave en la historia”- Musk dice que mientras seas el más rápido, nunca perderás una batalla.
Y tiene razón. Nunca se perdió un Blackbird en combate.
Pero el revolucionario jet fue retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en 1998, después de que se decidiera que las enormes sumas de dinero que se requerían para mantenerlo en servicio podían estar mejor empleadas en otra cosa.