Un nuevo medicamento en desarrollo, testado en ratones, reproduce los efectos analgésicos de las sustancias opioides, pero reduce sus consecuencias adversas, según desvela hoy la revista científica “Nature”.
La investigación ha sido dirigida por Brian Kobilka, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Los analgésicos opioides, como la morfina que deriva de la planta del opio, se emplean para tratar el dolor pero pueden tener efectos colaterales fatales, como la reducción de la velocidad en la respiración o su total interrupción.
Este tipo de sustancias analgésicas actúan en el “receptor opioide mu”, localizado principalmente en el cerebro y la médula espinal.
La comunidad científica cree que las propiedades calmantes de los opioides están controladas por la proteína G, que es transductora de señales que llevan información.
En la búsqueda de nuevos analgésicos, los científicos a cargo del estudio investigaron alrededor de tres millones de moléculas y finalmente encontraron agentes que enlazaban de forma efectiva el “receptor opioide mu” al tiempo que activaban la señalización de la proteína G, pero sin afectar a la respiración.
La reciente resolución de la estructura de los receptores opioides, localizados principalmente en el sistema nervioso, facilita enormemente la búsqueda y la optimización de moléculas que pueden relacionarse con estas proteínas.
Los investigadores consideran que este estudio podría facilitar el hallazgo de nuevas medicinas en el futuro.