En Teherán existe una ley fantasma que prohíbe a las mujeres a montar en bici en la vía pública.
Entre tomar el metro y abarrotarse en un vagón de mujeres o montar su bici para ir a la universidad, Elahe prefiere la bici. El problema es que por el simple hecho de pedalear por Teherán se arriesga a ser llamada al orden o detenida por infringir supuestamente una ley fantasma que, de existir, impediría a las iraníes montar en bici en la vía pública. No figura artículo alguno en la Sharia -código de derecho islámico que rige en Irán- que tipifique como delito que una mujer monte en bicicleta. Pero la falta de costumbre en una sociedad conservadora y religiosa como la iraní lleva a la autoridad, civil y religiosa, a acosar a las mujeres por acciones tan triviales como ésta. Sin fundamento. Solo porque les resulta chocante. Solo porque son mujeres.
Así, desde hace algún tiempo están proliferando los mensajes en las redes sociales en los que se pide que se elimine esta absurda prohibición no escrita. Los defensores alegan que una mujer en bici, mientras no viole el código de vestimenta islámico, no vulnera ninguna ley. Por tanto, exigen, una chica en bici con velo y ropa larga no debe ser acusada de ningún delito. La rebelión contra esta clamorosa discriminación llegó hace dos semanas a la ciudad de Marivan, en el Kurdistán iraní, donde varias decenas de personas se concentraron en bicicleta para expresar su rechazo al veto sexista.
El acto, al que asistieron hombres, mujeres y niños, se organizó en respuesta a un incidente anterior que se produjo en esa misma localidad, próxima a la frontera con Irak, cuando varias mujeres fueron arrestadas por montar en bici en grupo. Las chicas fueron obligadas a firmar documentos oficiales en los que aseguraron que nunca más volverían a subirse a una bici en público. Algunas se negaron y fueron trasladadas a comisaría. Dos días después del episodio, el imam de la Oración del Viernes de Marivan, Mamousta Shirzadi, se pronunció al respecto afirmando que “el ciclismo en público es un pecado para las mujeres y la Organización de Deporte y Juventud debe proporcionarles un espacio cerrado adecuado para montar en bici”.
Tras el suceso, las autoridades de la ciudad ya están apañando un parque solo para mujeres en el que puedan circular en bicicleta. Apartadas, de nuevo, y segregadas de los hombres, como ocurre en las playas, donde se han creado espacios reservados para ellas.
‘Martes limpios’
En este contexto, el conflicto podría agudizarse con la popularidad que está tomando estos días la campaña ecológica ‘Martes Limpios’, consistente en dejar todos los martes el coche en casa para reducir el nivel de contaminación en el aire. Para ello, muchos iraníes optan por moverse en bici, lo que incluye también a las mujeres. La iniciativa nació el año pasado en la ciudad de Arak, donde la polución causa graves problemas de salud a la población. Poco a poco y tras el éxito en Arak, la campaña ha ido extendiéndose, hasta alcanzar la capital.
Así, el pasado 23 de agosto una marcha de ciclistas recorrió Teherán para promover el transporte ecológico y para protestar, ya de paso, por el veto a las mujeres. De este modo, los ciclistas engancharon en la parte delantera de sus bicis carteles con el rostro del líder supremo, Ali Jamenei, sobre el que podía leerse: “Que una mujer monte en bici es legal y no va en contra de la Sharia”. Supuestamente la frase es una cita atribuida al líder, el cual no se ha pronunciado todavía sobre el asunto. Días después, la viceministra de Asuntos de la Familia y de la Mujer, Shahindokht Molaverdi, publicó un tweet en el que suscribió la legalidad de la acción, siempre y cuando las mujeres no descuiden su indumentaria islámica.
Sin embargo, la lucha de las mujeres por andar en bici libremente no ha hecho más que empezar. En Teherán existen varios puestos de alquiler de bicis que prohíben su uso a las mujeres. Mientras el gobierno se esfuerza en promover este medio de transporte para librar Teherán de la insoportable contaminación, las mujeres quedan al margen de la iniciativa. Porqué sí. Porque son mujeres.