Se trata de una central nuclear que podría transportarse por mar para ser instalada luego en tierra. Contendrá una tonelada de uranio, que deberá ser protegida por una flota de guerra.
Dmitri Rogozin, vice primer ministro ruso y encargado de la industria militar y nuclear de su país, anunció que el consorcio atómico ruso (Rosatom) y China negocian la construcción de una central nuclear flotante.
China mostró un especial interés en participar del proyecto, que consiste en construir plantas móviles con dos reactores y una potencia conjunta de 70 megavatios. La planta podrá funcionar también como desalinizadora de agua y proveedora de calefacción, con una capacidad de ahorro anual de 200.000 toneladas de carbón y 100.000 de petróleo. “La planta se desplazará por el mar, pero no será emplazada en el agua sino en la tierra, donde puede permanecer hasta 15 años sin necesidad de repostar combustible”, explicaron los rusos.
De todas maneras, el proyecto está estancado debido a que los astilleros Baltíyskiy Zavód de San Petersburgo, donde se hará la construcción de la primera planta flotante de la historia, se declararon en banca rota.