El titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, habló en la 99.9 sobre la necesidad de tratar algunos puntos dentro del mercado para mejorar la industria: “necesitamos rever el tema de logística y además, una reforma impositiva profunda”, dijo.
La situación del campo no es sencilla, pero desde el sector están tratando de que el gobierno apunte a dos ítems puntuales para recuperar la competitividad. Así lo expresó el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, en la 99.9 explicando los motivos de la pérdida de esa posibilidad de tener productos que presenten mejor competencia en el mercado.
“Cuando vemos la inserción del sector y las variables macroeconómicas, vemos un escenario donde la posibilidad de ganar competitividad por el valor del dólar está vedada. Entonces hay que trabajar sobre los costos, es decir el tema de logística y una reforma impositiva profunda”, remarcó.
En ese sentido, todos los impuestos que se van incorporando a la cadena productiva eleva demasiado el precio a puntos realmente irracionales: “tenemos el flete más caro del mundo, los autos y los camiones más caros del mundo, todo lo que uno compra tiene una carga del 50 o 60% de impuesto. Ayer hacíamos el cálculo con el tomate donde al productor le pagan 2 pesos el kilo, calculamos que de flete tiene 2 o 3 pesos más y cuando llega a Buenos Aires y vale 40 pesos el kilo. En el producto final hay como 10 o 15 pesos de impuestos. Si no ponemos un poco de orden, el propio ambiente nos mata”, puntualizó.
Si bien el gobierno de Mauricio Macri ha hecho declaraciones públicas que están a favor de esas modificaciones, lo que aclaró Chiesa es que se deben hacer de manera más eficiente, aunque con el correspondiente debate: “el problema es que los tiempos políticos y los de los productores van muy desfasados. Los políticos están pensando como hacer la reforma cuando al productor si no paga AFIP lo agarra de las pestañas mañana”, contrastó.
Todas las alteraciones que se han sufrido en los últimos años, tienen su consecuencia hoy y por eso, sentenció que “las fiestas alguien las paga y todavía nadie las ha pagado. Entonces ahora se ve en el impuesto sobre el consumo y debemos darlo vuelta porque sino no tenemos competitividad”.