La vicepresidenta del Consejo Escolar, Sofía Badie se refirió en la 99.9 a la situación en la cuál se dejó el edificio después de la toma sufrida a fines de la semana anterior: “lo que faltó es un sobre con dinero de la gente de Infraestructura y documentación específica de algunas carpetas de obras en una oficina que estaba desordenada”, aclaró.
Si bien la toma del Consejo Escolar ya es parte del pasado, no se puede dejar pasar el hecho como algo natural porque ocurrieron cosas que deben ser analizadas e incluso investigadas por la justicia local que todavía no dio respuesta a la denuncia presentada por las autoridades de dicha entidad.
La vicepresidenta Sofía Badie, habló en la 99.9 sobre lo que se llevaron aquellos que tomaron el edificio, una vez que decidieron dejarlo: “lo que faltó es un sobre con dinero de la gente de Infraestructura que estaban juntando unos 1.000 pesos para un regalo. No manejamos dinero en el área. Después también documentación específica de algunas carpetas en una oficina que estaba desordenada. Esto llevará tiempo ordenarlo porque cada carpeta tiene su historia y al mezclarse todo es difícil”, adelantó.
También suena hasta paradójico que ante el reclamo por una mejor infraestructura, se hayan llevado papeles que estaban dentro de los expedientes para las adjudicaciones de obras: “es curioso e injusto que se lleven papeles que tienen que ver con obras de infraestructura. Ayer dimos una respuesta después de una Asamblea Extraordinaria, ahora debe ser revisada por estos grupos de estudiantes”.
La justicia no ha reaccionado todavía, incluso cuando Amalia Rey, presidenta del Consejo, presentó una denuncia por el estado de los menores que se quedaron en la toma. “La presidenta del Consejo Escolar hizo la denuncia y la hemos ampliado a medida que iban ocurriendo distintos hechos. No hay intervención de ninguna fiscalía hasta el momento”, reclamó.
A pesar de los constantes intentos mediáticos de mostrar la toma como una situación que no era violenta, Badie fue clara: “no podemos avalar que se diga que la toma no fue violenta. Entendemos que la violencia es ejercer poder sobre el otro, avasallar derechos, entrar a un lugar y ocuparlo diciendo que si no me abrís una puerta, la rompo a patadas. No tenemos que desvirtuar los conceptos como adultos, como docente no puedo decir que esto no es violencia”.
Como contra partida, trataron de apelar a las palabras, algo que habitualmente con este tipo de personas no funciona: “quisimos apelar al diálogo, cuidando el edificio para cederles un lugar y que puedan hacer la toma y manifestarse en un espacio. El edificio tiene otras jefaturas regionales y distritales, pero fue imposible porque ellos querían ocupar todo el edificio”. Esa situación generó sus consecuencias, sobre todo emocionales para quienes trabajan en el Consejo Escolar: “fue violento y doloroso, tuvimos que dejar nuestro lugar de trabajo y entregarlo. Hay personas que se han visto afectadas como docentes que no pudieron tomar sus cargos y auxiliares también”.
Por último, Badie aclaró que como hubo muchos violentos, dentro de la toma hubo chicos que actuaron distinto: “el resto del edificio trataron de barrerlo. La parte donde estuvieron sentados lo limpiaron al igual que la escalera, los marcos de las ventanas que habían sacado los volvieron a poner en algunos lugares…hubo de todo, orden y limpieza por un lado y caos y desorden en otros”, diferenció.