Paralelamente, cayó un 4% el consumo de las familias en lo que va del año. Compras menos frecuentes, segundas marcas y otros cambios en el gasto de los hogares.
Aumento de los servicios, caída del poder de compra del salario, inflación. El actual escenario económico provoca cambios en la estructura de gastos de los hogares, entre los cuales uno de los más notorios es el peso del rubro servicios, que, entre públicos y privados con los nuevos aumentos previstos del gas y la energía eléctrica supera, el 26% del ingreso familiar promedio.
Paralelamente, en el último semestre, los analistas que ponen en foco el consumo de los hogares, registran cambios notorios en la frecuencia de las compras, las cantidades adquiridas y la calidad de los productos elegida. Estiman, en ese sentido, que la caída del consumo de las familias en el primer semestre del año rondó el 4% comparada con el mismo período del año anterior.
En la última semana la Corte Suprema de la Nación dio luz verde a las empresas de energía eléctrica para facturar con el nuevo esquema tarifario. En el caso de La Plata, la empresa Edelap informó que las facturas con los aumentos comenzarán a llegar a fines de septiembre y que éstos oscilarán entre el 140 y el 170%.
Según indicaron a este diario fuentes de Edelap, el hogar promedio platense, con 200 kWh/mes de consumo, pagará una factura de 192 mensuales.
En tanto, el próximo viernes se llevará a cabo la primera audiencia pública de las tarifas de gas, en la que se presentará formalmente el cuadro tarifario que se adelantó oficialmente en los últimos días, con una suba promedio del 200% para hogares residenciales.
Con los nuevos aumentos y considerando el Ingreso Total Familiar Promedio estimado por el INDEC (actualizado en función del último aumento salarial acordado por paritarias), el pago de un conjunto de servicios públicos y privados presentes en cualquier hogar pasaría a representar un poco más de un cuarto de ese ingreso familiar.
Así, para el ingreso total familiar promedio (de 17. 431 pesos), el pago de la luz, el gas, el agua , el cable con Internet, el teléfono fijo y cuatro celulares insumiría alrededor del 26% del ingreso familiar.
“Si se consideran sólo los servicios públicos, estos no llegaron nunca a representar el 10% del salario y con los nuevos cuadros tarifarios superan ese porcentaje. A eso se le suma la caída del salario registrada en lo que va del año y el peso de la inflación. Y frente a ese escenario las familias toman otras decisiones a la hora de consumir. Recortan por otros lados, estructuran de otra manera el gasto”, dice Pedro Bussetti desde DEUCO (Defensa de Usuarios y Consumidores).
Algunos estudios puntuales se focalizaron en el comportamiento de los consumidores y en los cambios de hábitos de consumo de las familias registrados en los últimos meses.
El primer dato que surge de los estudios realizados por distintas consultoras privadas que se especializan en la medición de hábitos de los consumidores, habla de una caída del consumo, que en el primer semestre del año bajó un 4%.
Si se considera sólo el mes de agosto, la caída del consumo habría alcanzado al 8%, según estimó en un estudio difundido en estos días la consultora Scentia, que considera a esta la caída la más importante del año, superando incluso a la de mayo que hasta el momento encabezaba la lista.
La consultora analizó la actividad de supermecados y autoservicios y registró que en todos los rubros y en distinto grado se produjo una caída importante del consumo durante el período considerado, incluído el de los alimentos.
El trabajo destaca que hubo una merma en la cantidad de transacciones del orden del 3,4% y que en cada una de ellas disminuyó a su vez el gasto promedio.
El informe destaca como las caídas más importantes las del rubro “productos de limpieza”, que alcanzó en el período estudiado el 14,1%; higiene, cosmética y tocador (10%), los productos perecederos, las bebidas con alcohol (8,2%) y las bebidas sin alcohol (7,9%).
Otro trabajo, el análisis trimestral Consumer Insights que realiza la consultora Kantar Worldpannel destacó que el consumo de los hogares se contrajo en el primer semestre un 4% con respecto al mismo período del año anterior.
“Los hogares no pudieron sostener su nivel de consumo, la frecuencia siguió cayendo y el volumen se contrajo debido a que los hogares no tuvieron la capacidad de incrementar el tamaño de sus compras por primera vez desde 2014”, indica el director comercial de la consultora, Federico Filipponi en la presentación del informe en Internet.
El trabajo muestra que los renglones más afectados por la caída fueron las bebidas, seguidos por los lácteos y los productos de cuidado personal.
También detectaron una caída en la frecuencia de las compras y una mayor opción por los canales de venta que ofrecen mayores descuentos, como los mayoristas, debido a que la gente está buscando obtener un mayor rendimiento de su dinero.
El estudio también destaca que se postergó la compra de electrodomésticos y que mientras un 22% de la población -los hogares de estratos medios y altos- lograron sostener sus niveles de consumo, la caída y los ajustes se notan y se profundizan más a medida que se desciende en la pirámide social, siendo los más afectados los sectores más vulnerables y de menores recursos.