Es conocido como “el alcalde de The Wire”, la serie de televisión que mostraba la venta de drogas, la corrupción policial y la investigación periodística en la ciudad de Baltimore. Martin O’Malley fue el jefe del gobierno de esa ciudad a principios del siglo e inspiró al autor de la serie.
También gobernó el estado de Maryland hasta que compitió en esta última campaña por la candidatura presidencial del Partido Demócrata con Hillary Clinton y Bernie Sanders. Es un católico progresista y creador de sistemas casi matemáticos de ejecución de obra pública y transparencia. De eso vino a hablar hace unas semanas acá en Buenos Aires bajo el auspicio del BID.
¿Por qué hay tanta división, tanto odio, en Estados Unidos?
Venimos de la más larga y profunda recesión que haya experimentado EE.UU. Y por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el 70% de los estadounidenses están ganando lo mismo o menos de lo que ganaban diez años atrás. Entonces, en ese clima de temor, con las presiones de la globalización, una economía cambiante y la revolución tecnológica, hay mucha gente que se ha vuelto muy descreída y violenta. Tanto en el partido Republicano como en el Demócrata hay una sensación de que, de alguna forma, nuestros líderes nos decepcionaron, intencionalmente o por descuido, y dejaron el bien común a un lado para satisfacer intereses especiales. Y en esa atmósfera, algunas personas pueden ser atraídas por personas como Donald Trump, quien con un estilo fascista clásico quiere infundir el miedo de que una minoría étnica está tratando de robar su grandeza y la de sus hijos. Así que así es como estamos.
Y hay hispanos que votan por Trump, a pesar de los insultos que lanzó contra los mexicanos.
¡Hay irlandeses que van a votar por Trump! (risas). Yo tampoco lo entiendo. Creo que una vez que se acerque a la elección la gente tomará una decisión más racional. Me parece que lo pensarán dos veces cuando vean una posibilidad cierta de que Donald Trump se puede convertir en presidente. Hay muchos que sólo quieren protestar por su situación. Nuestro país está mejor, pero la mayoría de las familias todavía no están mejor.
Uno de los factores de la división es que hay cada vez menos empleo de calidad.
Sí, es verdad. Es casi imposible generar muchos puestos de trabajo de calidad en esta clase de economía y de evolución de la ciencia y la tecnología. Es el gran desafío de todos nosotros: cómo dar las respuestas más efectivas en un contexto de máquinas más o tan eficientes como el hombre.
Usted fue alcalde de Baltimore. El alcalde blanco de una gran comunidad negra ¿Cómo ve el problema racial que se acrecienta?
Cuando fui elegido, en 1999, Baltimore era la ciudad más violenta del país. Trabajamos, por sobre todo, con la policía, tanto en la prevención como en el control de la fuerza. Sin confianza pública no hay seguridad y no hay una estrategia policial sostenible que pueda compensar la falta de confianza pública. También trabajamos sobre las familias negras más pobres que eran el centro de la mayor violencia. Hay que hacerlo en forma integral con toda la familia y no sólo con los chicos que se involucran en la violencia. Y logramos apaciguar la ciudad. Ahora, con las nuevas tecnologías, todo se puede transparentar aún más. El accionar de la policía está en una cámara, en un video. Tenemos que proteger la integridad de la fuerza con una junta de revisión civil, asegurar el 5% de las fuerzas dedicadas a asuntos internos, hacer operaciones encubiertas de integridad donde se montan escenarios y ver cómo se comportan tus oficiales cuando creen que nadie los está observando, ser abiertos y transparentes sobre el maltrato y el exceso de fuerza, publicar estas cifras todas las semanas y buscar constantemente mejores herramientas de capacitación para tus oficiales.
Todo eso implica mucho dinero.
La policía en sí misma es costosa, sin dudas. Pero sin policía y sin seguridad pública, no hay ciudadanía.
Pasemos a la Argentina ¿Qué experiencias le transmitió al jefe de gobierno de Buenos Aires?
Fui un pionero en la aplicación de gestión de desempeño, un programa llamado “CitiStat” y luego “StateStat”. El BID pensó que sería bueno venir y hablar con su gabinete y compartir algunas de las lecciones que aprendí. Y ha sido un gran honor para mí. El gobierno de la ciudad ya está trabajando con este sistema de metas, fechas límite, trayectorias, para explicarle a la gente cuándo y cómo se va a alcanzar lo prometido, etc.
¿Cómo fue ser candidato a la presidencia de Estados Unidos?
Hubo momentos en los que estaba por subir a un escenario para dar un discurso y pensaba “¿estaré lo suficientemente loco como para querer ser Presidente?”
¿Cómo es Hillary Clinton como oponente?
¡Es dura, hermano! Es muy dura.
Señas particulares
Martin O’Malley.
Político estadounidense Fue alcalde de Baltimore entre 1999 y 2007, gobernador del estado de Maryland del 2007 al 2015 y precandidato presidencial en la campaña demócrata de 2016. Es el pionero de la aplicación del multipremiado modelo de gestión CitiStat, que fija metas prioritarias de gobierno, medición de los avances, seguimiento de los datos y la toma de decisiones basada en esas evidencias.