El Gobierno alemán solo subsidiará a otros ciudadanos europeos desempleados, si residen en el país por más de cinco años.
Según el proyecto de Ley elaborado por el Ministerio de Trabajo, tan solo después de cinco años viviendo el país, las personas desempleadas procedentes de otro Estado miembro de la Unión Europea (UE) podrán solicitar este tipo de subsidios sociales. La intención del Ejecutivo de Angela Merkel es evitar una especie de migración para beneficiarse del sistema social germano.
La ministra de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, ya había anunciado cambios en este sentido a finales del año 2015, y defendió el pasado abril (ante las críticas recibidas) medidas que limitaran el acceso a ayudas sociales a extranjeros.
La normativa dejará fuera del sistema social alemán a los ciudadanos europeos que no trabajen en el país o que no se hayan ganado el derecho a recibir prestaciones sociales por empleos anteriores. Sólo después de demostrar su residencia permanente en Alemania durante cinco años, podrán recibir estas ayudas sociales o de desempleo.
Contra el “turismo social”
El cambio legislativo supone, en la práctica, una reacción a una sentencia emitida el pasado año por el Tribunal Federal Social que reconocía el derecho de los ciudadanos europeos a solicitar ayudas públicas tras residir en el país más de seis meses.
Tanto las autoridades locales como los socialcristianos bávaros de la CSU -el sector más tradicional y aliado de la CDU de Angela Merkel- mostraron su satisfacción por la aprobación de esta nueva normativa.
En opinión de las autoridades locales, la actual normativa convertía a Alemania en un destino atractivo para los emigrantes, por lo que las modificaciones aplicadas servirán para evitar un abuso del sistema o un llamado “turismo social”.
Para llegar a fin de mes
Según datos de la Agencia Federal de Empleo de Alemania, cerca de 440.000 personas procedentes de otros estados de la Unión Europea cobraron en enero ayudas sociales en el país centroeuropeo.
Los ciudadanos originarios de Polonia fueron los que más prestaciones recibieron, unos 92.000, seguidos de los provenientes de Italia (71.000), Bulgaria (70.000), Rumanía (57.000) y Grecia (46.000).
Sin embargo, la mayoría de estos solicitantes de ayudas públicas no son desempleados, sino que muchos de ellos tienen un trabajo que les reporta un salario bajo y se ven obligados a pedir subsidios para poder llegar a fin de mes.