Así se desprende del informe “Situación de Salud de las y los Adolescentes en Argentina”. También se destaca que hay una “masculinización” de los decesos en esta franja etaria.
Acorde con una tendencia que es mundial, el 61,5% de las muertes adolescentes en Argentina se producen por causas violentas o “externas” -como accidentes, suicidios y homicidios- y por cada chica de entre 10 y 19 años que fallece en el país, pierden la vida dos varones, en lo que constituye una “masculinización” de los decesos en esta franja etaria, según un estudio del Ministerio de Salud.
La principal causa de muerte entre los adolescentes son las “lesiones no intencionales” (como hechos de tránsito, ahogamiento por inmersión y ahorcamiento accidentales), que explican el 30% de los decesos, seguido por los suicidios (13%), otras muertes violentas “de intención no determinada” (9,6%), los tumores (9,4%) y los homicidios (8,9%).
No obstante, sólo el 1,2% de todas las personas que mueren cada año en el país son adolescentes (10 a 19 años) y la probabilidad de que un niño no llegue a la adultez es de 5 cada 10.000 habitantes.
Estos datos se desprenden del informe “Situación de Salud de las y los Adolescentes en la Argentina”, elaborado por el Ministerio de Salud y Unicef a partir de las estadísticas disponibles en distintos organismos del Estado.
“Los accidentes, los suicidios y los homicidios son las principales causas de muerte adolescente en todo el mundo desde hace mucho tiempo y no está asociado a países más seguros o inseguros sino con la socialización propia de los varones”, dijo el coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia del Ministerio de Salud, Juan Carlos Escobar.
El especialista explicó que la incidencia del género en los problemas de salud “es uno de los ejes de análisis en los que estamos trabajando”, lo cual implica pensar cómo “la construcción de la masculinidad hegemónica hace que los varones tengan más chances de enfermar o morir” que las mujeres.
“Los varones somos socializados en un medio sumamente violento y con cierta dificultad para exteriorizar el sufrimiento, por lo que demostrar que se es hombre implica un mayor riesgo de sufrir también una muerte violenta”, ya sea por la agresión de otros varones o por autoagresión, advirtió.
Por otro lado, “hay una cierta feminización de la idea de cuidado de la salud que hace que una madre que tiene dos hijos de la misma edad, la haga ingresar a ella en un circuito de cuidado de la salud” en el entendimiento de que “las mujeres son más débiles y las que se enferman”, mientras él queda afuera, lo que explica que “de cada cinco consultas tres son de mujeres”.
De la comparación de las tasas de mortalidad por género y por causal en los adolescentes de 15 a 19 años surge que la probabilidad que tiene un chico de morir en un accidente cuadriplica a la de cualquier par femenina (40,6 versus 10,7 por 100.000 habitantes).