El hijo de Ana María Lanzillotto y de Domingo “Gringo” Menna, recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo, aseguró que su prioridad es dar con su “identidad”.
Maximiliano Ruiz, el último nieto recuperado, hijo de Ana María Lanzillotto y de Domingo “Gringo” Menna, afirmó este lunes que “no cambiaría por nada conocer la verdad” sobre su identidad, porque significa “una sensación de ampliación de vida que da mucha felicidad”, luego de que los análisis genéticos corroboraran que era hijo de desaparecidos y que su familia biológica lo había buscado durante 40 años.
“Después del primer impacto, empecé a ver que no había más que bien en lo que me estaba pasando. Siento una felicidad y una gratitud enorme”, declaró en diálogo con la agencia de noticias Télam, con voz cálida y tono pausado, el nieto restituido 121 en la primer entrevista que concede a un medio periodístico.
Maximiliano tiene 40 años, conforma una familia con María, con quien tiene dos hijos, Mauricio, de 6, y Carmela, de 5, a quienes ya les contaron la noticia de la restitución de la identidad dada por Abuelas de Plaza de Mayo el 3 de octubre último.
“Lo hablamos transmitiéndoles la felicidad que sentimos: les dijimos que teníamos una noticia muy feliz para contarles, que yo no había nacido de la panza de la abuela Mónica, que mi mamá había fallecido y que sus abuelos me habían cuidado pero no me habían contado para que no me pusiera triste”, contó Maximiliano Ruiz.
Además, les dijo que también tenía un hermano, llamado Ramiro: “En ese momento, Mauricio (su hijo de 6 años) abrió muy grandes los ojos y me dijo: ‘estoy sorprendido'”, relató.
“Quiero que, con mi testimonio, sepan lo bien que te tratan en Abuelas, en Conadi y que sepan el trabajo que hacen. Por ahí se anima alguien. Es una manera de ayudar a que den ese pasito”, finaliza el último nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo.