Habría logrado aterrizar su aeronave en una isla del Pacífico, donde murió de hambre y de sed.
Durante 80 años, muchos estudiosos intentaron resolver un gran enigma de la historia: el trágico destino de la piloto norteamericana Amelia Earhart tras desaparecer durante su vuelo sobre el Océano Pacífico.
Ahora, una nueva publicación en The Hufftington Post reveló los resultados del trabajo realizado por científicos del Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR, por sus siglas en inglés), quienes dedicaron 22 años a investigar la manera en que Amelia murió.
Estas investigaciones indican que tanto la piloto como su navegador, Fred Noonan, aterrizaron en la isla de Nikumaroro, al suroeste de la República de Kiribati, y pasaron sus últimos días clamando por ayuda.
De esta manera, de acuerdo a las teorías de los científicos del Tighar, Earhart y Noonan tenían planeado llegar a la isla Howland, pero tuvieron que descender antes por falta de combustible.
Y si esta pista es la definitiva, refutaría la teoría de que Amelia Earhart y Fred Noonan se estrellaron en el Océano Pacífico después de quedarse sin combustible cerca de la isla de Howland.
LA INVESTIGACION
Los investigadores del Grupo Internacional para la Recuperación Histórica de Aviones habían encontrado en 1991 una pieza del avión perdido de la famosa piloto Amelia Earhart.
La pieza, de aluminio, fue rescatada en la Isla Nikumaroro, un pequeño islote deshabitado en el océano Pacífico, donde siempre se había especulado que estarían los restos del avión.
Pero a partir de ese hallazgo, también encontraron restos de huesos humanos que coincidirían con los de la aviadora, lo que los llevó a desarrollar la teoría de que ella aterrizó su avión con seguridad en una isla remota y que allí murió como un náufraga, de hambre y sed.
Con respecto a los huesos, en un primer momento algunos estudios descartaron que se trataran de los de la famosa aviadora, ya que, según se dijo entonces, pertenecían a un hombre. Pero ahora, con técnicas más modernas, un estudio reveló que esos mismos huesos podrían ser compatibles con los de una mujer grande y alta, como lo era Earhart.
El motivo principal por el cual se había descartado que se tratara de la aviadora, era el tamaño de los antebrazos, que eran más largos que los normales para una mujer.
Sin embargo Tighar contrató al especialista forense Richard Jantz, quien con modernas técnicas comparó las medidas de los huesos con los brazos de la piloto, y el resultado fue que las medidas tienen una coincidencia casi exacta.
Por otra parte, durante una presentación reciente llevada a cabo en Estados Unidos, el miembro de Tighar , Ric Gillespie, declaró poseer evidencia de que Earhart había realizado al menos 100 llamadas por radio desde la isla, entre los días 2 y 6 de julio de 1937, y también dijo que algunas de estas incluso fueron recibidas en Texas y Melbourne.
Gillespie cree que la piloto aún poseía combustible al aterrizar el avión Lockheed Electra en Nikumaroro, y que usó los recursos que le quedaban para tratar de comunicarse por radio.
LA PRIMERA MUJER
En mayo de 1932, Amelia Earhart ya se había convertido en la primera mujer en volar sola a través del océano Atlántico, desde Canadá hasta Irlanda, y aún antes de eso ya había ganado premios al cruzar los cielos desde Hawai a California. Pero a ella solo la desvelaba otra misión: dar la vuelta al mundo, hasta que juntó coraje y, en 1937, se lanzó.
En el tramo final de su travesía había despegado desde Lae, en Papúa, Nueva Guinea, y se dirigía a la Isla Howland para recargar los tanques de combustible antes de afrontar el trecho hasta California.
Por entonces, la información oficial determinó que el 2 de julio de 1937, cuando ya habían recorrido 35.400 kilómetros y aún faltaban unos 11.200 kilómetros más, el avión de Amelia se estrelló.
Ahora, parece que aquello no fue así, sino que llegó a Nikumaroro, una isla que no estaba habitada y que no contaba con ningún medio de comunicación para pedir ayuda.
QUIEN ERA
Amelia Earhart fue la primera mujer en cruzar piloteando en solitario el Atlántico. Tambiérn fue la primera en volar sobre el Pacífico desde Hawai a Los Angeles. Desapareció el 2 de julio de 1937 cuando intentaba dar la vuelta al mundo en avión