Las fuerzas del orden evacúan el campamento de inmigrantes del norte de París

Allí vivían en precarias condiciones entre dos mil y tres mil refugiados procedentes de Siria, Afganistán y varios países africanos.

evacuan-inmigrantesUnos setecientos policías, gendarmes y efectivos antidisturbios comenzaron a primera hora de la mañana de este viernes el desmantelamiento de varios campamentos del norte de París, donde vivían desde hace días en condiciones muy precarias entre 2.000 y 3.000 refugiados llegados de Sudán, Siria, Afganistán, Guinea y otros países africanos.
Tras el comienzo el desmantelamiento de «La Jungla» de Calais (Norte), hace días comenzaron a llegar al norte de París decenas y centenas de refugiados, que no siempre habían vivido en el ya célebre campamento.
Anne Hidalgo prometió la primavera pasada la apertura de dos campos de refugiados, al norte y el oeste de la capital. Promesa que lleva varios meses de retraso.
Cuando los últimos autobuses reenviaron expeditivamente a los niños que quedaban en la «Jungla» original, los refugiados se instalaron en varios campamentos en las inmediaciones de una de las oficinas donde es posible presentar demandas de asilo político, entre las estaciones de metro de Jaurés y Stalingrad. Oficinas que suelen estar cerradas y protegidas por antidisturbios.

«En orden y sin problemas»

Los portavoces oficiales afirman que las «junglas» del norte de París quedarán desmanteladas a lo largo de este viernes. El desmantelamiento de las tiendas de campaña e improvisados refugios construidos con cajas y cartones, al norte de París, se consuma «en orden y sin problemas», comentan las fuentes oficiales.
La inmensa mayoría de los refugiados, entre los que hay muchas mujeres y niños, acogen con alegría los autobuses que deben trasladarlos a diversos centros de acogida y orientación (CAO) diseminados en toda Francia. Una minoría política y religiosa aprovecha el desmantelamiento para hacer propaganda de diversa naturaleza. Son frecuentes los pasquines volanderos pidiendo recuerdo y solidaridad para los compañeros muertos, no solo en Calais.
Durante los últimos doce meses al gobierno francés ha desmantelado una treintena de campamentos de refugiados instalados casi siempre a unos quince minutos del corazón histórico de París, en la catedral de Notre Dame, uno de los grandes monumentos históricos del gótico flamígero.