El abogado Andrés Bonicalzi asumió la defensa de Romina, la joven violada que decidió salir a buscar a su violador después de que la justicia no le diera respuestas y lo encontró en su propia casa: “es todo muy dantesco. Este tipo teniendo captura nacional e internacional haya ingresado a la comisaría que lo estaba buscando para notificarse de una denuncia que le había hecho una vecina en 2015 y salió caminando”, agregó.
La historia de Romina sacudió la opinión pública. Cansada de que la justicia no le diera respuestas en la búsqueda de su violador, decidió salir a buscarlo y lo encontró en su propia casa.
El abogado que asumió su defensa es Andrés Bonicalzi que habló en la 99.9 y remarcó que “la justicia le dio la espalda a Romina en el mismo juicio oral. Hay cinco víctimas de este violador serial que lo han llevado a juicio. En medio de todas las pruebas presentadas, lo que dice el fiscal es que lo detengan antes de que dicten la sentencia, pero como esta persona llegaba al juicio en libertad, había una posibilidad de fuga latente”.
No se hizo caso a ese pedido y la situación llegó al desenlace que podía esperarse: “la justicia en ese momento, dijo que como esta persona se había presentado a las audiencias, no se lo podía detener. El día de la sentencia el tipo no apareció, quedó prófugo y se libró captura nacional e internacional”.
Durante muchos años entonces, Romina debió lidiar con una espera desesperante y decidió tomar cartas en el asunto: “Romina fue todas las semanas a fiscalía y la comisaría. Durante 5 años nadie le dio respuestas y este año decidió ponerse la investigación al hombro. Decide empezar por la casa que asentó como domicilio, le toca timbre y el tipo la atiende”, señaló el abogado.
La pregunta es, ¿como nadie se dio cuenta que estaba en su propia casa?. La respuesta de Bonicalzi alcanza para comprenderlo: “no se si tenemos jueces corruptos o cuyo criterio es muy distante del criterio normal de cualquier persona. Nadie lo buscó nunca. Es difícil desentrañar porque nadie lo buscó. Puede ser por falta de recursos, porque el personal que la policía tiene afectado para la búsqueda de prófugos en todo La Matanza, es de dos personas para 3.500 prófugos que tiene ese departamento judicial”, detalló.
La desidia se hizo presente durante un lustro completo, a punto tal de que un prófugo por violación entró a la comisaría y nadie lo reconoció: “es todo muy dantesco. Este tipo teniendo captura nacional e internacional haya ingresado a la comisaría que lo estaba buscando para notificarse de una denuncia que le había hecho una vecina en 2015 y salió caminando”.
La justicia no funciona y no es novedad, pero estos casos sacuden notablemente a la sociedad: “para que tomemos conciencia de lo que pasa, de los casos de denuncia de delitos sexuales, los que llegan a una condena efectiva es sólo el 1%. Esto tiene que ver con una carencia judicial para llevar adelante las tareas de investigación”, sentenció.