El encuestador Jorge Giacobbe (h) analizó cuáles serán las consecuencias de las elecciones en Estados Unidos para sus colegas de aquél país. También, puntualizó que respecto de la presidencia de Trump: “hay que darle una chance de analizarlo sin el velo del miedo”.
La victoria de Donald Trump en los Estados Unidos ha puesto nuevamente en tela de juicio el rol de las encuestas que habían dado como ganadora de Hillary Clinton, aún cuando el margen de triunfo era de menos de dos puntos. Justamente este tipo de encuestas fue analizado por Jorge Giacobbe (h) en la 99.9 remarcando que “las encuestas a nivel mundial se tienen que hacer un montón de preguntas, sobre todo con las fases. El sistema telefónico de encuestamiento está muerto y nadie lo quiera admitir. Hay que salir de los métodos presenciales de encuesta como el teléfono e ir hacia otras herramientas”.
Pero no sólo pasa por el sistema de encuesta, sino también por la manera en la que se debe orientar la misma: “hay que cambiar el contenido de las encuestas porque la sociedad es cada vez más compleja. Hay que dar una vuelta de rosca al análisis de las encuestas”.
En cuanto a las fallas en las encuestas de Estados Unidos, Giacobbe señaló que “se decía que había 170 votos electorales grises y los encuestadores anticiparon que como ganaba Hillary por un punto en la mayoría de los estados, los iba a terminar ganando, pero sucedió lo contrario. Los terminó ganando Trump por 1 punto. Hubo un problema de interpretación de los estados grises, había encuestadores viendo lo que querían ver. Si tengo a Hillary ganando por un punto en un estado, no puedo decir que lo va a ganar, tengo que decir que es un empate técnico”.
La victoria para Clinton parecía muy evidente y lo ejemplificó con algo que le tocó vivir en el corazón de Washington: “estaba todo el mundo tan confiado que estaba preparada la fiesta de los demócratas y no estaba preparada la de los republicanos. Cuando los números empezaron a cambiar, salieron a buscar la fiesta republicana y no estaba, ni siquiera en el hotel de Trump”.
De todas maneras, confió en que la presidencia quizás no sea como la campaña: “hay que darle una chance de analizarlo a Trump sin el velo del miedo. El poder en Estados Unidos está lo suficientemente dividido como para que un presidente se vuelva loco. En términos personales, no creo que sea tan loco como se muestra”.
Además, puntualizó que todo el ámbito político lo respaldará: “Trump es el primer candidato que le gana a los demócratas y a los republicanos por lo que los veo más aliados en función de contenerlo”, concluyó.