Un informe oficial indica que sólo 3 de cada 10 desayunos tiene leche. En el 60% de los casos no hay cubiertos.
La ecuación es simple: el hambre en las escuelas se traduce en un bajo rendimiento educativo. Lo saben docentes y psicopedagogos, pero un nuevo relevamiento realizado por el ministerio de Desarrollo Social bonaerense vino ahora a confirmar con precisión estadística que el comedor escolar, en lugar de ser parte de la solución a un drama que crece, es en realidad un ingrediente más del problema.
Sucede que, con la idea de esclarecer y conocer las falencias de estos centros, las autoridades provinciales encargaron un trabajo de campo que fue realizado por equipos de la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad de La Plata. A partir de este estudio, cuyos resultados finales serán presentados recién en marzo, se pudo detectar, entre otras cosas, que sólo el 31% de los desayunos cuentan con la presencia de leche o yogurt, dos alimentos básicos en la dieta de cualquier chico.
NI CUBIERTOS
A través del Servicio Alimentario Escolar (SAE), 1.600.000 chicos de los 135 municipios de la Provincia reciben todos los días desayuno, almuerzo y/o merienda en las escuelas. Pero son las propias autoridades provinciales quienes, a casi un año de haber asumido, reconocen que ese servicio hoy en día presenta un estado deplorable.
Un 33% de las escuelas relevadas, de hecho, no tiene agua de red en la cocina, y el 56% no tiene red cloacal y desagües, ni un lugar de uso exclusivo para comer.
Es más: el 61% de los establecimientos relevados carece directamente de los utensilios necesarios para comer, y quienes realizaron el relevamiento determinaron que el 98% de los comedores que funcionan en nuestra provincia no cumple con un programa de capacitación para el personal de la cocina ni con los controles sanitarios y bromatológicos necesarios para resguardar los alimentos.
DEUDAS
A casi un año de haber asumido y al tanto de las enormes falencias del SAE, desde la cartera de Desarrollo Social se apuntó que, al llegar al gobierno, se encontraron con “una deuda de un año a proveedores que ascendía $740 millones. Además, el sistema, en algunos casos, contaba con graves irregularidades como beneficiarios inexistentes, mala gestión de compras, mala calidad de la comida y ausencia de monitoreo o evaluación alguna. En ese momento se pagaba $6,30 por almuerzo y $3,90 por desayuno o merienda completa por cada alumno, lo que resultaba insuficiente”.
Tras asegurar que “como primera medida se saldó la deuda con los proveedores para poder garantizar la continuidad del servicio”, desde el área de Desarrollo Social provincial se aseguró que “por primera vez en 30 años se tomó la decisión de observar minuciosamente y durante casi un año cómo funcionaba el SAE y qué se podía mejorar para asegurarnos que la comida llegue y los chicos coman mejor”.
EL AÑO QUE VIENE
Con los resultados sobre la mesa, se indicó, “a partir de mayo del año que viene vamos a aumentar un 30% los montos destinados a las raciones, lo que implica una inversión adicional de $1.000 millones. En segundo lugar, haremos foco en la nutrición, para asegurarnos que los chicos en las escuelas coman mejor”.
Este menú, se detalló, contemplará la calidad y cantidad de los alimentos que conforman los desayunos, almuerzos y meriendas escolares para promover que los chicos reciban un mayor aporte de nutrientes importantes para el proceso de crecimiento, desarrollo y aprendizaje (como es el caso del hierro, el calcio, vitaminas A, D) y, a su vez, reduzcan el consumo de azúcar, sodio y grasas que impactan sobre su calidad de vida.
Esta idea no parece un aspecto menor, sobre todo si se tiene en cuenta que, de acuerdo a cifras del propio ministerio de Salud de la Nación, el 34,5% de los chicos de entre 13 y 15 años tienen sobrepeso y un 22,4% de los chicos pobres tienen dietas deficitarias en nutrientes esenciales.
Cabe destacar que las administraciones provinciales ofrecen desayuno o merienda al 52% de los chicos que concurren a escuelas públicas y almuerzo al 22%. En números absolutos, se estima que cerca de 4, 6 millones de chicos reciben desayuno o merienda, y 1,2 millones, almuerzo.
Si bien existían fuertes sospechas de que el SAE era una deuda antes que una solución para los chicos, ahora el diagnóstico parecería dar las herramientas para intentar mejorar la situación. Una mejora que, al decir de las propias autoridades provinciales, llegaría recién a partir de mayo del año que viene; es decir casi dos meses después de que arranque el próximo ciclo lectivo.
Evaluación
A partir de junio de 2017 desde el área de Desarrollo Social de la Provincia se evaluará el plan de mejora para los comedores escolares, utilizando como base el estudio realizado este año. Estas comparaciones, se apunta, van a permitir medir el impacto sobre la calidad del servicio