Se trata de María Díaz Cordero; le dijo al Gobierno que se opone al traspaso a la Ciudad.
Por primera vez en 88 años una mujer, la camarista comercial María Lilia Díaz Cordero de la oficialista lista Bordó, fue elegida presidenta de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, la entidad gremial que reúne a los jueces y fiscales federales y nacionales de todo el país.
Apenas asumió le dijo al Gobierno que se mantendrá firme en su oposición al traspaso de la Justicia Nacional a la Ciudad.
De este modo se consolida la línea interna que manejó la entidad en la última década, cuando se opuso al kirchnerismo y frustró sus avances sobre el Poder Judicial, apoyando, además, al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
Esta agrupación y el resto de las listas mantuvieron una firme oposición a que los jueces nacionales pasen a depender de la Ciudad, como dice la Constitución.
La jueza Díaz Cordero obtuvo el 48% de los votos. La lista Celeste, que actuó cercana al kichnerismo, logró el 31 % y Compromiso Judicial, el 21 por ciento. Votaron 1987 jueces y fiscales, funcionarios y magistrados. Consiguió 942 votos, mientras que Alberto Lugones, de la Cámara Federal de San Martín obtuvo 610 votos y el camarista comercial Rafael Barreiro. 413. La camarista ocupará la presidencia que le deja Ricardo Recondo, también camarista, de la lista Bordó y ex integrante del Consejo de la Magistratura, donde hoy Luis Cabral, de la misma lista, ocupa un lugar.
La jueza Diaz Cordero habló anoche con el ministro de Justicia Germán Garavano, quien la llamó para felicitarla. “Le dije que vamos a trabajar juntos y también que nos vamos a pelear porque nosotros vamos a impedir que la Justicia Nacional se desmembre”, dijo la magistrada.
El conflicto entre el Gobierno y los jueces se agravó cuando trascendió la idea de la Nación y la Ciudad para traspasar a la órbita porteña unos cincuenta juzgados penales y laborales mediante la firma de un convenio a fin de mes.
Los jueces se opusieron, el peronismo en el Senado dijo que no votaría una ley que avale ese convenio y las diferencias internas en el seno del Gobierno hicieron naufragar el traspaso inmediato. No obstante, el oficialismo quiere hacerlo progresivamente y más adelante.
Díaz Cordero dijo anoche que quiere cambiar “la imagen hostil que la sociedad tiene de los jueces que no responden a la esencia del Poder Judicial”.
“Lo que tenemos que hacer es trabajar para que la sociedad confíe en nosotros. Necesita hacerlo para dormir tranquila”, aseguró.