Washington Palacios mostró pruebas de que se habrían falsificado firmas en las actas de allanamientos y se habrían sustraído sumas de dinero muy superiores a las declaradas. Apuntó al accionar de otro fiscal y aseguró que lo persiguen para que no se conozca qué fue lo que ocurrió en ese episodio
El fiscal Washington Palacios estuvo al frente de la investigación en una causa conexa al famoso robo que sufrió en el año 2013 el entonces intendente de Tigre, Sergio Massa. En rigor, Palacios intervino tras una denuncia que realizó César Jaunarena, quien había sido testigo de los allanamientos realizados en domicilios que estarían vinculados al prefecto que fue condenado por el episodio ocurrido en la casa que comparte el ahora diputado nacional y excandidato a presidente de la Nación, Sergio Massa, con su esposa Malena Galmarini.
Palacios fue blanco de la ira massista, que lo acusa de supuestas irregularidades en la investigación para beneficiar al prefecto en cuestión y por ello le impulsa un jury. Lejos de quedarse con los brazos cruzados, el fiscal no solamente salió al cruce de los cuestionamientos provenientes de las filas del Frente Renovador, sino que también dio a conocer datos esclarecedores sobre lo que entiende que habrían sido serias irregularidades de los allanamientos.
Concretamente, en diálogo exclusivo con este diario, reveló que existirían pruebas contundentes que acreditarían que, durante los procedimientos realizados a la casa del prefecto, se habrían llevado fuertes sumas de dinero, muy superiores a las que fueron consignadas en el acta policial. Eso no es todo: también informó que en los allanamientos estuvo presente un funcionario municipal de Tigre muy cercano a Massa: el entonces
secretario de Prevención Ciudadana, Diego Santillán, quien actualmente es el principal asesor de Massa en materia de seguridad. Además, dijo que habría desaparecido una de las hojas donde constaba precisamente la cantidad de dinero secuestrado y que hasta se habrían falsificado firmas. También acusó al exfiscal de Delitos Complejos, Claudio Scapolan, quien fue denunciado por Elisa Carrió de haber archivado la investigación y de no querer realizar siquiera las pericias caligráficas que darían por acreditadas la falsificación de las actas.
“Me han acercado el pedido de juicio político a Scapolan y allí aparecen dos sentencias donde se declara la nulidad de procedimientos ordenados por él. Ingresó información falsa, tergiversó la prueba e instrumentó una serie de medidas investigativas ilegales. Por eso, dos narcotraficantes terminaron siendo absueltos cuando habían sido encontrados con 500 kilos de cocaína. Esto representa en el mercado local aproximadamente 3,5 millones de dólares, y en el mercado europeo, el doble. Esa gente quedó impune y ello se debió, según dice la sentencia, a este accionar ilegal”, dijo Palacios.
Al referirse específicamente a las irregularidades en los allanamientos, remarcó: “El Código Procesal establece la obligación de que todos los intervinientes firmen las hojas, y si no lo hacen hay que aclararlo, ya sea porque esa persona se retiró antes, porque se niega a firmar o porque no está de acuerdo. El recaudo más importante es el testigo del procedimiento, que actúa como una especie de fedatario, siendo la persona ajena a la investigación que, con su presencia, da fe de lo que está ocurriendo”.
“En la primera y en la segunda hoja del acta del allanamiento tenemos la firma del policía de mayor jerarquía, que es el comisario Natiello. Y la firma de Jaunarena. Pero en la última hoja del allanamiento no tenemos ni la firma del policía de mayor jerarquía. A su vez, al analizar las distintas firmas del sargento Suárez, las diferencias son notables. La persona que firma en una hoja no es la misma que aparece en la otra. Tengo experiencia porque hice cursos de caligrafía para perfeccionarme como investigador. Ni la inclinación ni la terminación coinciden. Las grafías no coinciden en lo más mínimo. Y hay un peritaje de parte, pedido por los abogados de Jaunarena, cuyos resultados son absolutos y categóricos: determinan que alguien imitó la firma de esta persona. Scapolan, al día de hoy, se niega a hacer el peritaje oficial”, dijo el fiscal.
“La última hoja del acta tiene el detalle del dinero que se secuestró: Jaunarena dice que se secuestró mucho más dinero de lo que se documentó en el acta. ¿Qué lógica tiene que la última hoja, que es tan importante, no sea firmada por quienes estaban obligados a firmarla, y que además, en esa última hoja, se haya imitado la firma de un policía?”, agregó Palacios.
El fiscal remarcó: “Estoy en condiciones de aseverar que si el testigo mintió, no lo hizo en fiscalía, sino en el juicio oral. El testigo en mi fiscalía dijo la verdad, pero en el juicio estuvo frente a dos fiscales: uno de ellos era (Mariano) Magaz, que estuvo al frente de los allanamientos, y el otro era (Diego) Callegari, que, como es de público conocimiento, es muy cercano al massismo. En ese juicio participó un tribunal de perfil más inquisidor que acusatorio. Lo que en la jerga se dice: si tenés de fiscal al juez, necesitás a Dios como defensor”.
Campaña de desprestigio
En todo momento Palacios deja entrever que el jury que iniciaron en su contra es para que no se conozca la verdad de lo ocurrido en el misterioso robo a la casa de Massa y en los correspondientes allanamientos que se realizaron a partir de ese hecho.
“Desde el massismo difundieron la noticia de que estaba suspendido, me trataron de corrupto, especialmente Malena Galmarini. Incluso el senador Jorge D´Onofrio llegó a decir en un programa de televisión que no merezco un jury, sino salir esposado. El massismo instaló la idea de que fui suspendido. Y cuando me llega la notificación, queda claro que no es así: lo único que resolvió el Tribunal de Enjuiciamiento fue correrme traslado por 10 días para que realice mi defensa. Luego, el 20 de diciembre, van a decidir si corresponde o no mi apartamiento preventivo. Y para ello tienen que tener acreditado de manera indubitable la acusación que me formulan”, remarcó el fiscal.
Y concluyó: “También inventaron que soy de Justicia Legítima, y es mentira. Todo esto es un acto de defensa del massismo para que no se termine de dilucidar qué se secuestró en el allanamiento realizado al hombre que le robó a Massa”.