El audio de la llamada se hizo viral. El juez federal Julián Ercolini apartó al secretario judicial mal hablado, mal informado e irreverente.
Es insólito, pero causó conmoción en el comienzo del feriado largo. Un alto funcionario judicial se enojó porque la policía le “rompió las bolas”. Y lo echaron
El juez Julián Ercolini decidió hoy apartar a un secretario federal, luego de que se difundiera un audio entre ese funcionario y un policía que lo llamó a la madrugada para saber cómo proceder ante la detención de un hombre con un kilo de droga, en el marco de la nueva ley de flagrancia.
El audio de la conversación, en donde el funcionario judicial insulta al policía por “romperle las bolas” por esa “pajereada”, se difundió a través de redes sociales.
Así, Ercolini firmó un comunicado “ante la difusión en la mañana de hoy, en redes sociales y medios de comunicación, de la grabación de un diálogo telefónico entre dos personas, una de ellas sería un secretario del juzgado a mi cargo y la otra un agente de la Policía Federal Argentina”.
¿QUÉ PASÓ?
El 1 de diciembre pasado, en medio de objeciones y reclamos de magistrados y funcionarios judiciales, comenzó a regir la Ley de Flagrancia que impulsó el Gobierno y permite el juzgamiento de delitos en caso de que sus autores sean detenidos en el momento de cometer un ilícito.
La grabación a la que se alude registra el diálogo de un policía que se identifica con su nombre y su rango cuando llama durante la madrugada al secretario federal –cuyo nombre aparece en la grabación pero no fue difundido por el juez no lo difunde– para informarle de la detención de un sujeto en plena calle, en el cruce de Adolfo Alsina y General Urquiza, en el barrio porteño de Balvanera.
El sujeto estaba en una actitud sospechosa hablando con un taxista que al ver a la policía huyó, y al proceder a su detención se le secuestró varias dosis de cocaína que sumaban un kilo.
Cuando el policía se dispone a explicarle por qué lo llamaba, el funcionario judicial le advierte: “Espero que sea grave, espero que sea grave…”.
Tras contar el procedimiento, el funcionario lo increpa por llamar a las 2 de la mañana “por esta boludez” y “por esta pajereada” y le comienza a hacer preguntas sobre cómo son los pasos a seguir (“Yo le pregunto como si usted tuviese cinco años”, le dice).
LA GRABACIÓN:
– Estoy de turno desde el jueves. Estoy organizando un sistema. Los que me llaman a esta hora por pelotudeces, lo anoto. Los tengo anotados -se escucha decir-. ¿Cual es la duda?
– Mire le comento. Como hubo un cambio en el procedimiento yo le pregunto…
– ¿Cambio de qué? ¿La flagrancia?
– “Claro, llamé al fiscal y me dijo…
– O sea rompe las bolas al fiscal y me rompe las bolas a mí. Esto no es flagrancia, se lo dije 700 millones de veces. Ya anoto acá cual es la comisaría. Ya hablaremos mañana. ¿Entonces la flagrancia sabe qué es? Es un perfume la flagrancia. Estaba durmiendo y me cagó la noche. Salen a hacer prevenciones y no tienen ni la más puta idea. Y agrega: “¿Qué tenía? ¿Un kilo de merca? ¿Qué tenía también? ¿20 revólveres con numeración suprimida? ¿Qué vamos a hacer? ¿Le vamos a hacer allanamiento? ¿Le vamos a hacer la casa?
– No doctor.
– Haga lo que tenga que hacer y si no hay impedimento, soltura.
– Muy bien doctor
– Hasta mañana… La concha de su madre.
Ercolini asegura en su escrito que: “En razón del contenido y del modo en que transcurre la misma, he decidido en el día de la fecha la inmediata separación preventiva de dicho secretario del rol de articulación con las fuerzas de seguridad durante el turno del juzgado y el esclarecimiento de la cuestión”.
Y agrega: “No obstante dicha medida preventiva, en razón de haberse concretado y difundido una escucha telefónica ilegal, pudiendo constituir un delito de acción pública, he ordenado también la formulación de la pertinente denuncia”.