Rusia ideó un plan de dopaje para proteger a más de 1000 atletas

Lo reveló el abogado Richard McLaren al entregar la segunda parte del informe pedido por la Agencia Mundial Antidoping.

Cada vez que el abogado canadiense Richard McLaren abre la boca, en Rusia tiemblan. El experto independiente fue contratado por la Agencia Mundial Antidóping (WADA, en inglés) para investigar un programa sistemático de burla a los controles de dopaje, orquestado desde el Kremlin. En julio, la primera parte de su informe repercutió en todo el mundo, y sembró un manto de dudas sobre la transparencia de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (Rusia), realizados en 2014. Ayer, McLaren lo hizo de nuevo: difundió la segunda parte de su investigación, e involucró a los atletas rusos que participaron en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. McLaren eligió la capital inglesa para contarle al mundo las conclusiones de la segunda parte de su investigación, que le demandó más de cuatro meses e involucró más de 4 mil documentos y decenas de entrevistas personales.
“Podemos confirmar lo que anunciamos en el primer informe: existió un encubrimiento que comenzó en 2011 y que se mantuvo hasta después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. Un encubrimiento que evolucionó hasta unos niveles sin precedente”, denunció McLaren. Y añadió, ante la atenta mirada de más de 100 periodistas, muchos de ellos, rusos: “Esta conspiración institucional existió entre deportistas, auspiciados por oficiales rusos del ministerio de Deporte, y con el apoyo de la Agencia Antidopaje Rusa (Rusada), el CSP (Centro de Entrenamiento de los Equipos Nacionales rusos) y el laboratorio de Moscú para manipular controles de dopaje. Estos deportistas no actuaron solos, sino dentro de una infraestructura”.
“El equipo olímpico ruso corrompió los Juegos Olímpicos de Londres en una escala sin precedentes. El cuadro es claro, pero está incompleto. Sólo tuvimos acceso a una pequeña fracción de la evidencia posible de ser examinada”, agregó McLaren en su alocución ante la prensa. La segunda parte de su informe, publicada en internet por la página oficial de la WADA, señala que “más de 1000 atletas rusos -de 30 deportes diferentes- que compitieron en los Juegos Olímpicos de Invierno, de Verano y Paralímpicos estuvieron envueltos o se beneficiaron de las manipulaciones para encubrir pruebas positivas de doping”.
Según el investigador independiente, los dirigentes rusos recibían las muestras de orina y las catalogaban como “salvado” o “en cuarentena”. Los “salvados” figuraban como casos negativos -libres de doping- en el sistema informático donde la WADA compila los resultados de las pruebas. Según McLaren, el informe que los rusos entregaban a los oficiales era falsificado. Las muestras que entraban “en cuarentena”, seguían su curso interno en los laboratorios rusos. “La práctica de cambiar frascos con orina de deportistas dopados por orina limpia no finalizó después de los Juegos de Sochi, sino que se convirtió en una rutina mensual en el laboratorio de Moscú. Lo confirman los análisis de ADN y de sal efectuados”, contó McLaren. ¿Por qué la sal? Lo explica la página 67 del reporte: “Grigory Rodchenkov [ex director del laboratorio antidopaje de Moscú] sabía que las muestras de 10 atletas estaban sucias, pero cuando quiso cambiar las muestras por orina limpia se encontró que sólo había líquido almacenado de ocho de esos diez atletas. La noche posterior a que la WADA le pidió que mandara las muestras a Lausanne (Suiza), el doctor Rodchenkov cambió las muestras sucias y las reemplazó por la orina limpia de esos ocho atletas. Alteró las muestras limpias, ya sea diluyéndolas con agua, agregándoles sal, sedimento o hasta gránulos de Nescafé. Lo hizo para igualar la gravedad específica y la apariencia original de las muestras sucias extraídas a los atletas”, describió McLaren.
El informe muestra que los análisis de orina de cuatro campeones de Sochi tienen “niveles de sal fisiológicamente imposible para el ser humano”. Además, hay sospechas de que las muestras de otros 12 medallistas de esos Juegos de Invierno fueron modificadas. Y dos jugadoras del equipo ruso de hockey sobre hielo entregaron muestras de orina en la que aparecen restos de ADN…masculino. “Es la confirmación irrebatible de que las muestras originales habían sido cambiadas”, dijo McLaren.
Los hallazgos del abogado canadiense dispararon críticas instantáneas para el gobierno ruso. “Ningún evento deportivo internacional debería realizarse en Rusia hasta que el programa antidopaje cumpla con los códigos internacionales, y hasta que todos los individuos que participaron en el esquema de corrupción sean encontrados”, reclamó Travis Tygart, director de la agencia antidóping de los Estados Unidos. Su análogo inglés, Rod Carr, conicidió: “Necesitan hacer mucho para persuadirme de que pueden rehabilitarse a tiempo para Pyongyang [sede de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018]”, dijo en declaraciones a The Guardian.
Rusia organizará el año próximo la Copa Confederaciones de fútbol, un torneo que funciona como aperitivo de la gran fiesta de la pelota: el Mundial, que se disputará en 2018 en tierras rusas.