Investigadores de la Facultad de Ingeniería desarrollaron un prototipo de bajo costo que permite purificar hasta 1.000 litros por día.
Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata desarrollaron una planta piloto para el tratamiento de agua con arsénico. El dispositivo, de bajo costo, permite obtener hasta 1.000 litros de agua purificada por día. El prototipo fue probado con éxito en la ciudad bonaerense de Castelli y ahora se busca replicar la experiencia en otras localidades. El desafío es aumentar el caudal a 4.000 litros diarios. Los científicos fueron distinguidos recientemente con el Premio a la Innovación de la UNLP.
La iniciativa surgió hace diez años en el Laboratorio de Ingeniería Sanitaria, de la mano del doctor Fernando García Einschlag, docente en la Facultad de Ingeniería e investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y del Conicet. El experto, quien además dirige los estudios, trabaja en la implementación de la técnica del hierro cero-valente (ZVI) para la eliminación del arsénico (As) en agua. El sistema fue puesto a prueba por primera vez, en colaboración con el IPAF región Pampeana perteneciente al INTA, en una vivienda familiar en la localidad de General Rodríguez. En el último tiempo se realizaron nuevos ensayos en la ciudad de Castelli, enmarcados en un proyecto de extensión en colaboración con la Cooperativa de servicios de dicha localidad.
“En el Departamento de Hidráulica ya había antecedentes de estudios realizados sobre agua con arsénico. A partir de ahí empezamos con una investigación básica para entender en profundidad la química de los fenómenos involucrados. Con los conocimientos adquiridos, en 2012 encaramos un desarrollo más aplicado y, al año siguiente, se incorporó al equipo la ingeniera química Eliana Berardozzi, quien obtuvo luego una beca del Conicet para la realización de las tareas experimentales que terminaron con el desarrollo del prototipo”, detalló García Einschlag.
Dispositivo simple y económico
El prototipo denominado Aliar (Agua Libre de Arsénico) consiste en una planta de tratamiento de tres etapas. La ingeniera Cecilia Lucino, directora del proyecto de extensión, destacó que la técnica del hierro cero-valente tiene como ventajas “su bajo costo, su mínimo impacto en el medio ambiente y su facilidad de implementación. Demanda una mínima cantidad de energía eléctrica para funcionar y el costo de los insumos requeridos rondan los dos centavos por litro de agua tratada”.
El dispositivo está construido con piezas de pvc estándar. Es sencillo y puede ser fácilmente instalado ocupando muy poco volumen. De los análisis realizados se pudo determinar que 500 gramos de lana de acero (virulana) fueron suficientes para reducir el contenido de arsénico al actual límite de la Organización Mundial de la Salud y del Código Alimentario Argentino para el agua de bebida, operando con un caudal de 30 litros por hora durante 25 días en forma ininterrumpida.