Una comparación con ese país, Chile y España muestra que las mayores diferencias son en indumentaria y electrónica. En línea blanca, los valores son más parecidos. Lo más barato afuera: jeans y celulares.
Argentina es un país caro, se sabe. Pero no en todos los rubros del mismo modo. Según surge de un relevamiento de precios en Internet realizado por este diario, las diferencias entre los costos de la indumentaria y la electrónica son muy superiores a las de otros bienes, como los durables domésticos.
Mientras la indumentaria o la electrónica cuestan entre 63 y 64 por ciento más en Argentina que los precios promedio de esos bienes en Chile, España o Estados Unidos, en los durables domésticos Argentina es apenas un 8 por ciento más cara, en promedio.
Para este relevamiento se excluyeron por completo liquidaciones, ofertas y promociones, que tienden a ser más generalizadas y efectivas en mercados más competitivos como los mencionados. De modo que los precios en otros países de algunos de los artículos pueden parecer altos para quien acaba de pasar por un outlet de Orlando o de cruzar la Cordillera. Se buscaron exactamente los mismos bienes –o productos muy similares– ofrecidos por tiendas (Falabella, por ejemplo) o por los sitios de venta en cada país de las propias marcas (HP, por ejemplo).
La “canasta”, de nueve productos, incluye sólo un bien que puede conseguirse en Argentina más barato que en el promedio de los otros tres países: la heladera más barata, que acá cuesta 6.600, es apenas 100 pesos más cara que un bien similar en España y mil pesos más barata que en Chile y Estados Unidos.
En el mismo rubro de línea blanca, la cocina de cuatro hornallas cuesta igual que en España y es “sólo” 12,5 por ciento más cara que en Chile o Estados Unidos.
En cambio, en un lavarropas de similares capacidades y prestaciones, el precio argentino es 25 por ciento mayor al precio promedio de los tres países restantes. De todas maneras, esa diferencia es muy inferior a la que se encuentra en los otros rubros.
Las dos mayores brechas de precios se dan en dos viejos conocidos de los turistas argentinos que renuevan el culto al “deme dos” con la excusa de llevar a los chicos a Disney o de conocer Santiago de Chile: los jeans y los celulares.
El mismo vaquero Levi’s, en tiendas oficiales, cuesta, en promedio, casi 92 por ciento más en Argentina que en los otros tres países. La diferencia mayor es contra los inventores del jean: en Argentina hay que pagar por él 98 por ciento más que en Estados Unidos.
El celular Samsung Galaxy en Argentina cuesta 77 por ciento más que en el promedio de los demás países. Y la diferencia mayor es con Chile, que es donde se consigue más barato que en ningún otro lado. A 11.800 pesos, prácticamente se pueden comprar dos con la misma plata que acá se compra uno. Encima, los precios de los otros tres países son para celulares liberados, mientras el argentino no lo es porque sólo una telefónica lo vende en esa condición.
Cuando se suman los tres bienes de cada rubro, en los tres casos el país más barato de todos es Estados Unidos. Las tres prendas de indumentaria son, sumadas, casi 69 por ciento más caras en Argentina. Los tres bienes de electrónica (notebook, celular y televisor) cuestan casi 79 por ciento más en Argentina y los tres productos de línea blanca (heladera, lavarropas y cocina) cuestan 9,6 por ciento más en nuestro país. Chile es el segundo país más barato, también en los tres rubros. España es el que guarda la menor diferencia, aunque también es más barata en todos los rubros.