Desde el Incucai tienen como prioridad la construcción de un laboratorio de alta complejidad

La directora del registro nacional de donantes de médula ósea, Belén Rodríguez Cardozo, aseguró hoy que “es una prioridad del Ministerio de Salud y del Incucai” la construcción de un laboratorio de alta complejidad que reduzca de 9 a 4 meses el tiempo que transcurre entre que una persona manifiesta su decisión de donar hasta que ingresa a la nómina con su muestra sanguínea tipificada, aunque todavía “no hay fecha de inicio de obras”.

Este es el principal reclamo de la marcha al Congreso que será encabezada esta tarde por la madre de un niño de 8 años que murió en junio de 2016 de leucemia mientras esperaba un trasplante de médula ósea, y que contará con la participación de otros padres, organizaciones y médicos que apoyan la causa a la que ya adhirieron con su firma más de 7.000 personas en Change.org.
La no existencia de un laboratorio de esas características -que en Sudamérica sólo posee Brasil- obliga hoy a que las muestras sanguíneas aportadas por donantes al momento de inscribirse en la Argentina deban ser enviadas a un laboratorio estadounidense para ser tipificadas según su histocompatibilidad, perdiéndose un mínimo de nueve meses en el proceso.
“No es sólo hacer un laboratorio, es decir, construir una estructura edilicia, contratar el personal y comprar el equipamiento; sino que hay que pasar por los controles de calidad para tener la habilitación internacional, lo que lleva un tiempo”, explicó a Télam Rodríguez Cardoso, titular del Registro Nacional de Donantes de Células Hematopoyéticas (médula ósea) que funciona en el Incucai.
La médica explicó que el costo del equipamiento ronda los 1,2 millones de dólares y que podría funcionar dentro de instalaciones ya existentes del Ministerio de Salud, pero “aunque lo tuviéramos en 2017” los controles de calidad necesaria insumirían un mínimo de “tres años”, precisó.
“No es que no exista voluntad política de hacerlo, todo lo contrario: es una prioridad tanto del Ministerio de Salud como del Incucai, que ya tiene un proyecto armado y conversado y están viendo forma con concretarlo”, enfatizó.
Pero mientras el proyecto siga sin concretarse, se debe “recurrir a licitaciones internacionales para tipificar las muestras en megalaboratorios de Estados Unidos”, un trámite que se realiza para varias decenas de miles de muestras por vez pero que puede demorar varios meses.
No obstante Rodríguez Cardoso relativizó al importancia del achicamiento de esa brecha en términos de más vidas salvadas por un trasplante.
“Hay que tener en cuenta que la Argentina cuenta en su registro con 75.000 donantes inscriptos, mientras que la red mundial -que integran 59 países- cuenta con 28,5 millones de donantes. Por lo tanto, si una persona no encuentra un donante en 28,5 millones, es ínfima la posibilidad de que lo encuentre en los donantes locales”, dijo.
Según explicó Rodríguez Cardozo, actualmente son 40.000 las muestras pendientes de tipificación “pero en tres o cuatro semanas esa lista va a quedar en cero”, porque el análisis de su totalidad está incluido en una licitación que ya permitió tratar 38.225 entre diciembre de 2015 y la actualidad.
Un laboratorio de las características del que se planea construir “no sólo servirá para realizar estudios de histocompatibilidad, sino que puede realizar otras prestaciones como detectar patologías genéticas y marcadores oncológicos”, agregó.
“Además de prestar un servicio para nosotros, que somos referencia del Mercosur en materia de trasplante, podríamos prestar el mismo servicio al resto de los países de Sudamérica y el Caribe, que no tienen esa posibilidad”, destacó.
El Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) es la entidad argentina que se encarga de gestionar la base de datos con los donantes voluntarios de ese tipo de células madre, que son las que se transfieren (de un donante vivo) en los trasplantes comúnmente denominados “de médula ósea”.
Cada año, cientos de personas son diagnosticadas con enfermedades hematológicas que pueden ser tratadas con un trasplante de médula, pero sólo el 25 por ciento de esos pacientes encuentra un donante compatible en su grupo familiar, por lo que muchos deben recurrir a uno no emparentado. Para facilitar el acceso a dicha práctica, existen los registros de donantes voluntarios.
Creado en 2001, el Registro Nacional de Donantes de CPH argentino forma parte de la Red internacional Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW), que agrupa registros de 59 países y tiene como principal objetivo conformar una base de datos de donantes tipificados por su histocompatibilidad por HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos) y organizar las búsquedas para pacientes con indicación de trasplante médula.
En Argentina, entre 2003 y 2016 se realizaron 813 trasplantes de médula no relacionados a partir de búsquedas de histocompatibilidad realizadas por el registro.