En la Jungla. Este nuevo testimonio, grabado desde desde la fila de detrás del médico, contradice la versión del CEO de la compañía, que cargó la responsabilidad del incidente sobre el viajero y aseguró que tuvo un comportamiento “agresivo y perturbador”.
Ha sido la bomba de la semana en medio mundo. United Airlines se ha visto envuelta en una gigantesca tormenta mediática después de que varios vídeos grabados en el interior de uno de sus aviones se compartiesen de forma masiva por las redes sociales. En ellos se podía ver cómo un pasajero era literalmente arrancado de su asiento por varios agentes, golpeado y sacado a rastras de uno de sus aviones con ‘overbooking’.
Sin embargo, lo que no habíamos visto hasta ahora había sido lo que ocurrió en los momentos previos a la brutal expulsión de David Dao, el médico de origen chino agredido en el incidente. Un nuevo vídeo publicado en Facebook por otra pasajera, Joya Cummings, muestra ahora cómo Dao trató de mantener la calma y explicarles a los agentes que no se podía bajar del avión porque tenía que acudir al hospital a trabajar al día siguiente.
“No me iré. Soy un médico, tengo que trabajar mañana a las 8 de la mañana”, se oye decir sin alterarse al doctor desde su asiento a los agentes de seguridad. “No, no voy”, vuelve a repetir más tarde visiblemente frustrado antes de afirmar que preferiría ir a la cárcel antes que salir del avión. En las imágenes también se ve cómo Dao sostiene un teléfono y charla con una persona desconocida a la que dice: “Están tratando de usar la fuerza para sacarme”. “Tengo que llegar a casa”, añade.
Este nuevo documento audiovisual, pese a que no muestra el momento exacto en el que el médico es arrancado de su asiento, contradiría las palabras de Oscar Muñoz, el CEO de la compañía aérea que, tras pedir disculpas por el incidente en un escueto comunicado en Twitter, envió un polémico email a sus empleados. En él daba una versión distinta y cargaba la responsabilidad del incidente por completo en el pasajero, asegurando que no tuvieron “más remedio” que llamar a la seguridad del aeropuerto porque Dao tuvo un comportamiento “perturbador y agresivo”.
El directivo también apuntaba que “hay lecciones que podemos aprender de esta experiencia”. “Tratar a todos nuestros clientes con respeto y dignidad está en el corazón de lo que somos. Y hay que recordar esto siempre, no importa cuán difícil sea la situación”, se puede leer en la nota. Sin embargo, en ningún momento reconoce que la aerolínea cometiese error alguno.
INBOX: @united CEO sends letter to employees about United Express flight. pic.twitter.com/obVdl6G2E0
— Ryan Ruggiero (@RyanRuggiero) 10 de abril de 2017
Joya Cummings, la usuaria que publicó el vídeo y que se encontraba justo en la fila de detrás del médico, ha publicado un mensaje en su cuenta de Facebook en el que afirma que Dao “no se mostró más airado o beligerante que cualquier otro pasajero cansado después de un largo día”. “Sólo quería volver a casa, tenía que trabajar al día siguiente y sentía que no era correcto que tuviera que renunciar a su asiento después de estar ya en el avión”, asegura en el post. “Estaba irritado como cualquier otro pasajero lo estaría, preguntando por qué fue elegido y explicando que era médico y que tenía pacientes que ver por la mañana”.
Cummings asegura que no se había preocupado por el incidente hasta que vio subir a la policía al avión. “No me preocupaba mi seguridad, ni la de mi hijo o mi embarazo hasta que la policía fue llamada a bordo para retirarlo. Yo estaba preocupada por lo que un altercado físico implicaría para nosotros, que estábamos sentados directamente detrás de él”, explica.
En el post, esta pasajera clama contra el trato dispensado por United al doctor. “Es decepcionante y repugnante para mí que nuestra sociedad esté tan corrompida que grandes empresas y organizaciones no cuiden más los derechos individuales y traten a la gente de esta manera”. Cummings apunta que un representante de la compañía se puso ayer en contacto con ellos, les pidió disculpas y les reembolsó el importe de sus billetes, “un pequeño gesto respecto al horror que todos los pasajeros experimentamos en ese avión”. “Las cosas deben cambiar. América, podemos y debemos hacerlo mejor”, finaliza.
Este incidente ha provocado un terremoto mediático y una importante crisis de reputación en United Airlines, que el día después de publicarse el vídeo del incidente perdía 800 millones de dólares en su valor en la bolsa.