Dos aerolíneas del país vecino agregaron frecuencias directas en julio y agosto, que se suman a las que hay con escala en Buenos Aires y Rosario de otras dos compañías.
Luego de haber vivido un buen verano, Bariloche espera recibir más turistas este invierno que el año pasado. Por un lado, los vuelos que ofrecerán las aéreas brasileñas para volar directo desde el país vecino a la ciudad auguran una recuperación en la llegada de visitantes de Brasil. Por otro, se espera un gran caudal de argentinos, como ya sucedió en el verano pasado y en Semana Santa, a pesar de la compleja situación actual, de caída del poder adquisitivo como efecto de la inflación.
“Las expectativas son muy buenas para este invierno; el año pasado, aunque la nevada comenzó tarde, tuvimos dentro de todo una buena temporada. Empezó complicada por eso, pero por suerte después se encausó”, comentó Diego Piquín, director del Ente de Promoción Turística de Bariloche (Emprotur).
“Este año, esperamos más de 30.000 brasileños en la ciudad; vienen sobre todo en julio y agosto, en un período acotado. Pero vemos que se está recuperando sobre todo el sur de Brasil y también San Pablo; los operadores prevén una buena temporada, vemos un repunte y ayudan los vuelos directos que agregarán las brasileñas Latam y Azul en el momento de mayor demanda”, explicó.
El año pasado, pese al contexto de crisis económica de Brasil, Bariloche recibió unos 25.000 brasileños. Este año, Latam ofrecerá tres vuelos semanales directos desde San Pablo en julio y dos en agosto; la brasileña Azul comenzará a volar a la ciudad, con una frecuencia por semana esos meses, y además Aerolíneas Argentinas lo hará vía Buenos Aires y Gol, con escala en Rosario.
En tanto, las expectativas también son buenas con respecto a los argentinos. Si bien este año se notó que son más “gasoleros” tanto en el verano como en Semana Santa, en el invierno se prevé que gasten un poco más, ya que gran parte de los visitantes optan por el esquí. Se estima que el 50% elige la ciudad para esquiar y la otra mitad, para conocer la nieve, además de pasear. El director del Emprotur aclaró que la ciudad tiene oferta “para todos los bolsillos”, tanto en alojamiento como en excursiones y que muchos también van para jugar y conocer la nieve, no sólo a esquiar.
“En Semana Santa vino mucha gente; la ciudad promedió un 80% de ocupación, cuando se esperaba un 70%. Pero el gasto per cápita se redujo. No necesariamente será así en invierno y este año esperamos más argentinos, estimamos cerca de un 10% de crecimiento contra 2016, cuando el turismo interno aumentó apenas un 0,4%”, precisó Piquín.
Entre junio y septiembre del año pasado, la ciudad recibió 280.300 turistas, de los cuales 234.000 (el 83%) fueron argentinos. Otros 38.600 visitantes (el 14%) provinieron de países limítrofes, sobre todo de Brasil, que aportó más de la mitad de ese total. Y 7.700 (3%) viajeros, del resto del mundo.
Para julio, sobre todo los 15 días de vacaciones escolares de invierno de la mayoría de las provincias argentinas, esperan lograr entre 85% y 90% de ocupación.
Además, como todos los años, en la ciudad esperan recibir entre 120.000 y 130.000 egresados estudiantiles.
A diferencia de la Costa Atlántica, en el verano Bariloche vivió una muy buena temporada, con un promedio de 85% de ocupación promedio en enero y picos de 90% algunos días; así, logró cerrar ese mes con un aumento de 10% en la cantidad de visitantes, frente a un año atrás.