Desarrollan en Rosario un gel para regenerar huesos

La investigación avanza en la sintetización de un gel que promueve la regeneración de huesos, un desarrollo que fue exitoso en animales y podría revolucionar el tratamiento de las lesiones óseas en humanos.

Un proyecto científico internacional liderado por investigadores de Rosario y del que participa un equipo de Tucumán avanza en la sintetización de un gel que promueve la regeneración de huesos, un desarrollo que fue exitoso en animales y podría revolucionar el tratamiento de las lesiones óseas en humanos.
La investigación es liderada por Sara Feldman, investigadora del Conicet y del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La científica explicó a Télam que el material que están desarrollando se obtiene de derivados de la elastina natural, una proteína que confiere elasticidad a los tejidos, y que, aplicado en forma de gel en una lesión ósea, promueve la creación de nuevo tejido y se va biodegradando hasta desaparecer del organismo.
El grupo de investigadores a cargo de Feldman ha superado la instancia de pruebas in vitro y ya avanza en la aplicación de esta técnica en conejos, a los que se les trataron lesiones en el fémur y, sostuvo la científica, “los resultados son muy prometedores”.
“Este gel se pone a través de una inyección en el hueso dañado, promoviendo la regeneración del tejido, y de una manera muy rápida ya que brinda un andamiaje para que las propias células lindantes a la herida se reproduzcan, colonicen y produzcan el tejido de nuevo sin prótesis ni efectos indeseables”, explicó.
En ese sentido, Fledman señaló: “Se pudo observar a través de tomografías y análisis histológicos que las lesiones se estaban reparando: había núcleos de calcificación, zonas en las que aparecieron células semejantes a los osteoblastos, que son las células propias de los huesos, y zonas de tejido trabecular que es característico de cuando se comienza a formar tejido óseo”.
“Los estudios han logrado determinar que el material tiene una excelente biocompatibilidad, es decir que no genera ningún efecto clínico ni bioquímico indeseable de rechazo”, precisó la investigadora.
Además, “los parámetros bioquímicos analizados en conejos tratados con el gel son iguales a los de conejos no operados, no tiene alteración clínica, los animales caminan, se mueven normalmente y no observamos inflamación ni dolor”, remarcó.
Actualmente, el proyecto está desarrollando un nuevo gel que, además de tener la característica del anterior, “tiene pegada una proteína osteogénica, es decir que el material no solo sirve para dar un andamiaje para que las propias células del ser operado colonicen el área dañada, sino que pueden ser liberadoras de sustancias que promuevan el proceso acelerando la recuperación”, relató entusiasmada la científica.
“Estoy muy contenta y convencida de que es algo bueno, de que tiene potencial de aplicación que abarca desde la odontología hasta la traumatología, y en este área, específicamente en las fracturas espontaneas o provocadas por accidentes”, sostuvo.
Y consideró: “En cinco o diez años ya vamos a haber iniciado las pruebas clínicas y se podrán desarrollar matrices para reparar tejido de lesiones óseas en pacientes humanos”.
Además de los investigadores rosarinos, del proyecto participa un grupo científico de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) -con la coordinación de Liliana Missana- y equipos del Laboratorio de Biología Osteoarticular (Laboatem), el Instituto Bioforge de la Universidad de Valladolid a cargo de los profesores José Carlos Rodríguez Cabello y Matilde Alonso, y la Universidad de São Paulo (USP), en donde trabajó el doctor João Paulo Mardegan Issa.