Chile se moviliza para lograr otro milagro en una mina que se inundó por completo

Dos mineros quedaron atrapados cuando el agua de una laguna entró con fuerza por una fisura.

A diferencia de lo que ocurrió hace siete años en el derrumbe de la mina San José, los dos operarios atrapados desde el viernes en una faena en el sur de Chile están rodeados por agua y 1300 metros en el interior de los túneles, casi el doble que los 33 de Atacama.
Jorge Sánchez (de 26 años) y Enrique Ojeda (de 34) estaban trabajando esa madrugada en un panel eléctrico en el nivel o cota 55 del yacimiento Delia, un mineral de oro de la comuna de Chile Chico perteneciente a la empresa Cerro Bayo y operada por la canadiense Mandalay Resources. A las 5.15, una fisura en una losa de 40 metros de espesor hizo que un caudal de agua y barro proveniente de la Laguna Verde, contigua a la mina, ingresara a los túneles con violencia, inundándola casi por completo.
No se pudo establecer si Sánchez y Ojeda alcanzaron a reaccionar cuando entró el agua, pero estaban a unos 20 metros del refugio dispuesto en el NV55, donde hay provisiones para la supervivencia de 15 personas durante por lo menos 48 horas. El subsecretario de Minería, Erich Schnacke, llegó para apoyar el trabajo de búsqueda y dijo que si los mineros alcanzaron a protegerse y si el refugio resistió la inundación, podrían permanecer con vida 14 días. Hasta anoche los operarios estaban desaparecidos.
El sindicato de trabajadores de Cerro Bayo y la gobernación provincial de General Carrera iniciaron anteayer las gestiones para contactar a los familiares de los mineros y ese mismo día se formó una mesa técnica, con autoridades de emergencia, la intendencia de la Región de Aysén y expertos en rescate. Los primeros trabajos consistieron en construir un dique para contener el agua y poder aislar un sector para el rescate. Se sumó a esa labor maquinaria especial para bombear agua que envió la compañía minera El Toqui y también se instaló una sonda robot sumergible en la entrada del mineral, una maniobra similar a la que se realizó en 2010 con los 33. Ayer, además, arribaron desde la ciudad de La Unión cuatro bomberos especialistas en rescate subacuático más un robot de búsqueda Diavolo 3, que comenzó a trabajar en la laguna (algunas secciones de la mina pasan bajo ella) para hallar la fisura y sellarla.
“La situación de los mineros es extremadamente compleja, porque la laguna entró a la mina y el agua constantemente está entrando. Hace muchos años que no se veía en Chile que una mina se inundara”, dijo la intendenta Karina Arancibia luego de recorrer el túnel de ingreso a la sección 2 del yacimiento Delia y la orilla de la Laguna Verde.
Aunque no hay un Campamento Esperanza como el que se instaló en Copiapó hace siete años, los compañeros de faena y familiares de los trabajadores se reúnen a diario en un hotel en Chile Chico, donde también se reúne la mesa técnica que busca el milagro de rescatar con vida a Sánchez y Ojeda. “Estamos profundamente afectados y conmovidos por este accidente”, publicó el sindicato en un comunicado. “Nuestra esperanza es que los compañeros hayan logrado protegerse en el refugio minero”, agregaron los mineros, y anunciaron que no descartan instalar un campamento para ejercer presión y lograr el milagro. También realizaron una marcha que recorrió ayer el centro de Chile Chico.
Cuando habían pasado 32 horas desde el accidente, las familias de los dos mineros publicaron una declaración para pedir que “la empresa minera y el gobierno realicen un esfuerzo mayor que el que hoy vemos”. Andrés Sánchez, hermano de Jorge Sánchez, reclamó que “es una emergencia nacional, al igual que lo que les pasó a los 33”, pero que “no se le da la misma importancia”.