Con la promesa de entregar todo en una hora como máximo, emprendedores argentinos apuestan a la economía colaborativa esperando facturar 4 millones de pesos.
Los modelos de economía colaborativa están de moda. Son muchas las empresas que apuesta a un modelo de negocios distribuido al mejor estilo Uber y cada vez aparecen en más rubros. En este caso, le toco al delivery. Dos emprendedores argentinos, Matías Gath y Francesco Cusumano, crearon un servicio de entrega que aprovecha, por un lado la tecnología, y por el otro la idea de trabajar manejando los propios tiempos. Todo nació de la necesidad.
“Viví mucho tiempo y hace 9 meses volví al país. Lo primero que me di cuenta es que estaba todo el día yendo de una punta a la otra haciendo cosas que no me aportaban valor. El caso extremo fue cuando tuve que hacer cuatro viajes para reparar un reloj en Palermo, perdí todo el día”, relata molesto Gath. Frente a esto, el emprendedor decidió poner manos a la obra. “Conocí en Europa aplicaciones que ayudaban a hacer trámites y que funcionaba bien por la densidad poblacional. Y en Buenos Aires hay tres veces más densidad poblaciones que en Madrid o Londres”, agrega el emprendedor. Así nació Kadabra.
El emprendimiento se concibió en enero de 2016 bajó la premisa de que los usuarios pidan lo que quieran y que puedan tenerlo con ellos en el menor tiempo posible. Para tal fin, apostaron a un modelo distribuido de trabajadores independientes que hacen las entregas, para poner en contacto a las partes. “El secreto es que hay tanta gente dando vueltas en Bueno Aires que nos permite responder a las necesidad en tiempo real”, explica el fundador. La startup trabaja, por ahora, con dos grandes categorías: los comerciales y los no comerciales. “Tenemos acuerdos con algunos negocios para que agreguen sus productos a la cartera de opciones disponibles”, explica Garth. Esta semana planean agregar la categoría de regalos y la próxima la de desayunos a domicilio.
Y por otro lado, los usuarios también pueden solicitar que se les llevé hasta donde se encuentran cualquier otra cosa. Aunque existen limitaciones atadas al valor, como explica Garth “los productos que están en nuestros comercios adheridos nosotros aseguramos la integridad total del producto. Todo lo que no sean productivos adheridos nosotros cubrimos hasta 2000 pesos”.
El modelo de negocios que mueva la maquinaria es cobrar una suma por cada entrega realizada. El coste de envío equivale a la cantidad que aparece en la parte superior de la pantalla de cada comercio. Está basado en la distancia recorrida y en el tipo de acuerdo con cada establecimiento. Pero si se trata de una entrega de un producto no comercial, es en base a la distancia recorrida. Se puede pagar en efectivo o con tarjeta.
Por último, la promesa es entregar todo antes de los 60 minutos. Una hora o menos.
Presente y futuro
Hoy, la startup se enfoca mayormente en la zona de Palermo donde al día de la fecha cuentan con alrededor de 300 usuarios activos. “Para el año que viene queremos estar en gran parte de la Capital y ciertos barrios de zona norte, la idea es crecer pero creando una fuerte presencia zonalmente, nuestro objetivo es llegar a los 300.000 activos para el año próximo”, proyecta el emprendedor. Kadabra, que nació con una inversión inicial de $ 1,6 millones de fondos propios, tiene una facturación proyecta da $ 4 millones.