Sobreprecios, costos ocultos y obras innecesarias forman parte de la denuncia presentada ante la Justicia por fraude a la administración pública.
Los números son contundentes y reflejan las irregularidades que rodearon los contratos de dragado en el puerto de Mar del Plata entre los años 2008 y 2013. Durante ese lapso, y en distintos convenios, desde el estado nacional y el provincial se desembolsó el equivalente a u$s 27 millones para profundizar el acceso a la terminal marplatense. Si se toma en cuenta que el último valor de referencia es de u$s 2,84 el metro cúbico por la licitación para el canal Martín García, con este importe se hubiesen podido dragar 11 millones de metros cúbicos, es decir el equivalente a las necesidades de dragado de casi 4 años del puerto de Buenos Aires, u 11 años del puerto de Dock Sud.
En 2016 las nuevas autoridades del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata destinaron $51 millones para realizar el mismo trabajo que antes costó u$s 27 millones, y ya tienen el puerto en 30 pies de calado.
Para realizar este cuestionado dragado, el estado decidió en su momento reparar la antigua draga 259-C Mendoza. Y lo hizo en el también estatal astillero Tandanor. A pesar de que Tandanor cobró el total de lo acordado, las reparaciones nunca fueron finalizadas y es así como el consorcio portuario debió abonar importantes sumas en la draga una vez que la misma llegó a puerto. También aquí se constatan irregularidades puntuales como por ejemplo los $4 millones destinados a reparar tres veces en menos de dos años la bomba de estribor de la draga por el mismo proveedor y sin el debido respaldo documental que lo justifique.
A pesar de los millones invertidos, la draga Mendoza demostró su inoperatividad para estos trabajos. Ante tal situación, el consorcio portuario marplatense llamó en 2013 a un concurso de precios y adjudicó los trabajos a la UTE compuesta por las firmas Servimagnus SA, SDC do Brasil Servicios Marítimos Ltda., Rowing SA y Servidragas SA por un monto original de $107 millones, el que luego fue extendido en $13 millones más. Tras la finalización de la obra, las batimetrías demostraron que restaba un porcentaje del 4,6% pendiente de profundización a pesar de que a valor dólar de aquella época se estaba dragando a u$s 18,13 el metro cúbico. En ese mismo tiempo, en el puerto de Buenaventura en Colombia la firmas China Harbour y Jan de Nul habían cotizado un dragado similar a u$s 2,82 y u$s 3,15 el metro cúbico respectivamente.
Cruceros
Otra irregularidad constatada tiene que ver con los u$s 7 millones utilizados para la construcción del edificio de la terminal de cruceros en Mar del Plata. Una instalación que nunca podrá ser usada para tal fin porque el canal de acceso no permite el ingreso de buques con esloras superiores a los 200 metros. Los cruceros deben fondear en rada y con lanchas bajar a los pasajeros para que visiten la ciudad. En esta misma situación se encuentra la millonaria obra del muelle.
La reciente visita al puerto de Mar del Plata del ministro de Transporte Guillermo Dietrich y del subsecretario de Puertos y Vías Navegables Jorge Metz, sirvió para ratificar en los hechos estas denuncias de fraude a la administración pública que ya fueron presentadas ante la Justicia. En el puerto de Mar del Plata hay al menos u$s 34 millones cuya salida del erario público deberá ser justificada por los funcionarios intervinientes.