El nuevo Obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre habló en la 99.9 sobre la función que cumplirá y la búsqueda de paz que será uno de sus principales objetivos: “la paz es anhelada, pero es llamativo que no podamos plasmarlo en todos los ámbitos”, agregó.
Mar del Plata tiene un nuevo Obispo con la característica de ser más joven de lo habitual para ese lugar. Con 48 años, Gabriel Mestre fue designado por el Papa Francisco y habló a través de la 99.9 al respecto: “va en la línea de la renovación en la continuidad de la fe, que nunca cambia, y que el Papa Francisco va impulsando. Son decisiones que pueden resultar sorpresivas porque no responde a los moldes convencionales. Es la primera vez que se nombra a alguien que no tenga experiencia directa como Obispo, son toques de originalidad que da el Papa. Es poco común además, que se nombre a alguien del mismo lugar”.
Respecto de su impronta como Obispo de la ciudad, aclaró que “cuando a uno lo ordenan sacerdote u obispo se elige un lema y yo elegí “Cristo es nuestra paz”. Esta palabra es tan necesitada, muy hablada y muy poco vivida, como la paz. Como hombre de Dios, la paz auténtica y verdadera la encontramos en Cristo. Eso que tanto esperamos se ve en los enfrentamientos entre Naciones, las divisiones dentro de los países hasta en la virulencia en la cola del supermercado”.
En la ciudad, la Catedral fue elegida en manifestaciones para ser el blanco de ataques violentos, algo sobre lo cuál también habló Gabriel Mestre indicando que las posturas antagonistas no deben porque entrar en el nivel de la rivalidad: “la paz es anhelada, pero es llamativo que no podamos plasmarlo en todos los ámbitos. La Iglesia ha sido criticada en muchos casos con motivos, pero también en otros sentidos muchas veces injusta y con falta de tolerancia por el pensamiento del otro. Hoy en día, la supuesta influencia de la Iglesia es mínima o nula. En muchos temas donde entramos en corto circuito, somos una minoría. Cuando se quiere combatir la violencia con más violencia o se habla de tolerancia, desde la intolerancia, es difícil”, opinó.
En algunos temas puntuales, las distintas miradas de un tema son las que generan un enfrentamiento que Mestre cree innecesario: “el tema del aborto es un tema esencial para la fe cristina católica y para la mayoría de las iglesias históricas. Me puedo sentar a discutir con una persona que tiene una postura abortista, pero no por eso pasa a ser mi enemigo. Eso nos falta en todos los niveles”, concluyó.