La directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, Norma Morandini, se refirió en la 99.9 a la falta de respuesta de algunos sectores ante la situación en Venezuela y la repercusión que generó haber volcado sus pensamientos en una nota de opinión: “me da intriga la fuerza de la ideología que no permite ver algo tan evidente que sucede ante nuestros ojos”.
La situación en Venezuela es, de por sí preocupante, pero además la reacción en el país de algunos sectores que deciden no pronunciarse genera conclusiones interesantes como la que vertió en la 99.9 la directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, Norma Morandini: “lo que más me impresionó de la repercusión es como decir lo que se piensa, todavía es un acto de coraje y no de honestidad. Como se pueden establecer vínculos de respeto si no conseguimos poner en duda lo que pensamos y respetar lo que el otro dice”.
La izquierda no tiene definiciones concretas repudiando lo que realiza el gobierno de Maduro y resulta necesario que desde los países que están en democracia se denuncie la situación: “lo que pasa en Venezuela es diferente a los golpes militares que uno ha visto antes. Ha ido cambiando y hoy no se puede reconocer lo que pasa, sobre todo cuando se invocan los derechos humanos. Cuando hubo dictadura en Argentina, el miedo generó que la gente se aisle y mucha gente en los países democráticos hablaron por la mordaza que teníamos y denunciaron lo que pasaba en el país. No se puede invocar a nuestros muertos, hacer discursos y los demás son nada más que un número. La idea de los derechos humanos es que el hombre es la medida de todo”, agregó.
Incluso destacó que la ideología que rodea a la izquierda termina cegando realidades: “me da intriga la fuerza de la ideología que no permite ver algo tan evidente que sucede ante nuestros ojos. Esto pasó también con el stalinismo donde muchos intelectuales de izquierda iban a la Unión Soviética, veían lo que pasaba y no lo contaban argumentando que no le querían hacer el juego al capitalismo o como se dice acá, a la derecha”, remarcó Morandini.
Una vez más, las imágenes son muy fuertes y recuerdan viejos tiempos, incluso en nuestro país cuando los éxodos eran una constante: “lo que más me impresionó fueron las imágenes del éxodo, algo que no teníamos en nuestro continente”, finalizó.