Luego de soportar una demora de hora y media, los pasajeros protestaron. Entre ellos, un periodista de TN que filmó todo. Intentaron quitarle el celular y fue retenido durante 4 horas con otras dos personas.
Las quejas por la demora para cumplir con los trámites de la Aduana derivó ayer por la mañana en la retención de tres pasajeros en el Aeropuerto de Ezeiza, durante cuatro horas y media. Dos de los afectados radicaron denuncias por maltrato y agresión contra agentes del aeropuerto. Entre ellos, el periodista de Canal 13 y TN Guillermo Lobo, quien volvía de trabajar en el exterior y grabó con la cámara de su celular las quejas de los viajeros por la larga espera. Como contrapartida, las autoridades aeroportuarias le abrieron una causa por filmar en una zona prohibida.
Pasadas las 7 de la mañana, una hora y media después de que su avión de Lufthansa aterrizara procedente de Alemania, a María Teresa Piqué le tocó el turno de atravesar uno de los cinco scaners que estaban funcionando. “Es inhumano que nos hagan esperar tanto”, se quejó, impulsada por los aplausos de la multitud que aguardó allí durante una hora y media. “Apúrense”, “déjennos pasar”, habían comenzado a gritar los pasajeros, varios con más de 30 horas de vuelo acumuladas. “Somos sólo cinco empleados”, respondían del otro lado de los controles. Hasta que un agente de la Aduana, con actitud amenazante, le cuestionó a Piqué su comentario. “Me respondió ‘vamos a ver si los pagás’ cuando le dije que tenía derecho a quejarme porque pagaba los impuestos y se puso a ver el monitor”, dijo a Clarín la docente de de la Universidad de Buenos Aires que regresaba de China.
“No te metas con el jefe”, escuchó que gritaban otros empleados, cuando exigió a viva voz que le dijera su nombre para radicarle una queja. La mujer, llorando, fue retirada del lugar. El episodio fue observado por Lobo, que estaba en la cola de la Aduana y registró la situación con su teléfono celular. Un efectivo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria le advirtió que no podía filmar y apagó su cámara, pero la volvió a encender cuando fue increpado por una empleada del organismo. “Intentó manotearme el teléfono y luego me dijo que borrara lo que había filmado. Saqué el teléfono y volví a filmar lo que pasaba porque era la única manera de defenderme”, explicó el periodista a Clarín. “La mujer estaba muy sacada”, corroboró Piqué. Marcelo Fornaso, que filmó cuando Lobo era increpado, dijo que estaba “desaforada y con alaridos le pedía que le diera el teléfono”. A Marcelo también le exigió que entregara el suyo. “Me dijo que se lo diera o me llevaban preso”, reveló Fornaso, un ingeniero que regresaba de Etiopía y que consideró injusta la situación por la que tuvieron que atravesar. “Entiendo que los empleados también están sometidos a presión, pero nadie merece este maltrato ”, opinó.
Ayer, entre las 6 y las 8 de la mañana, arribaron 12 vuelos a Ezeiza y todos los pasajeros fueron derivados hacia la Terminal A, ya que la B está sin operar. Esta situación, sumada a la decisión reciente de que todos los que ingresan al país deben exhibir sus pertenencias a través de controles de rayos, está generando largas esperas entre Migraciones y la Aduana. “ Se forma un embudo y pasa todos los días, especialmente a la mañana”, comentó un empleado del Aeropuerto. “Órdenes de arriba”, es la frase a la que recurren los agentes cuando los pasajeros hacen oír su queja por el tiempo que pierden al ingresar al país.
Tanto Fornaso como Lobo fueron conducidos a una oficina de la PSA donde estuvieron demorados y recién pudieron abandonar Ezeiza cuatro horas y media después de haber aterrizado. “Me dijeron que si borraba lo que había filmado, me dejaban ir y no me abrían ninguna causa”, contó el periodista. Allí también radicó su denuncia Piqué contra el agente de la Aduana que la maltrató. “Es abusivo que un funcionario al que uno le cede la autoridad, lo maltrate así”, opinó. Desde la oficina de prensa de la PSA respondieron a Clarín que el organismo no tenía nada para comentar sobre el episodio.