Acusa a a Hezbolá y a su aliado Irán de “control” en Líbano. Dice que teme por su vida.
El primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció este sábado por sorpresa su dimisión, acusando a Hezbolá y a su aliado Irán de “control” en Líbano y citando amenazas contra su vida.
“Anuncio mi dimisión del puesto de primer ministro”, declaró Hariri, quien se encuentra actualmente en Arabia Saudita, en un discurso retransmitido por la cadena de noticias Al Arabiya.
La renuncia, totalmente inesperada, llega un año después de su nombramiento al frente del Gobierno libanés, del que forma parte el poderoso movimiento armado chiita Hezbolá.
“Siento que mi vida está en el punto de mira”, dijo Hariri, quien afirmó que Líbano vive una situación similar a la que había antes del asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafic Hariri, en 2005.
Cuatro miembros de Hezbolá están acusados por este asesinato, que conmocionó a Líbano.
Hezbolá es un aliado clave del régimen de Bashar al Asad en la guerra en la vecina Siria. Cuenta con el apoyo de Teherán y es el único partido libanés que no entregó las armas al finalizar la Guerra Civil en Líbano (1975-1990).
La formación, una pesadilla para Israel, se niega a abandonar su arsenal, principal punto de discordia en el país.
“Irán tiene un control en el destino de los países de la región […]. Hezbolá es el brazo de Irán no solo en Líbano, sino también en otros países árabes”, denunció Hariri, cercano a Arabia Saudita.
En estos “últimos decenios, Hezbolá impuso una situación de hechos consumados con la fuerza de las armas”, añadió el primer ministro saliente, quien leyó su discurso tras un escritorio y junto a una bandera libanesa.
La guerra en Siria ha provocado aún más fracturas en Líbano, dividido entre detractores y partidarios del régimen de Damasco. Hariri se opone fervientemente al régimen sirio.