Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña señala que “las estrategias del PP y el PSOE han sido nefastas para el constitucionalismo”
Inés Arrimadas, 36 años, apura sus últimos días de descanso con la familia, en su localidad natal de Jerez de la Frontera (Cádiz). A más de mil kilómetros de distancia de Barcelona, se consigue la suficiente perspectiva y calma como para resistir a las presiones que, desde todos los frentes, le exigen que haga valer el hecho de que Ciudadanos haya sido la fuerza más votada el 21-D en Cataluña y tome ella la iniciativa. Asegura que la estrategia de su partido para doblar el pulso al independentismo ha sido la acertada y pide tranquilidad y un voto de confianza.
Después de convertirse en la fuerza más votada en Cataluña, un logro histórico, ¿por qué renunciar a tomar la iniciativa?
Realmente, nosotros ya hemos tomado la iniciativa respecto a la primera medida, que es constituir la Mesa del Parlament. Aquí creo que hay un equívoco. Hay gente que nos pide que nos presentemos ya a una investidura cuando el Parlament aún no está constituido. Y eso no se puede hacer. Primero hay que constituirlo. Y, además, en un momento como este, la Mesa del Parlament va a ser un órgano clave. Porque ha sido un órgano clave en la legislatura anterior. Se han hecho las barbaridades que se han hecho gracias a que la Mesa del Parlament estaba al servicio del separatismo. Por tanto, ya hemos tomado la iniciativa. Nosotros somos la primera fuerza política y ya hemos reivindicado la presidencia del Parlament de Cataluña. Y ya hemos iniciado desde el día 27 las conversaciones para presidirlo.
Pero da la sensación de cierta resignación, de que se ha permitido a los independentistas que sean ellos los primeros en mover ficha.
Este debate lo han abierto el Partido Popular y el Partido Socialista con una clara intención de tapar sus malos resultados en Cataluña. ¿Qué va a decir un partido que ha sacado cuatro escaños? Tienen que decir algo de Ciudadanos para que no se hable de ellos. Las estrategias que han seguido tanto el PP como el PSOE han sido nefastas para el constitucionalismo en Cataluña. No han sido nada acertadas. El único partido que ha tenido una estrategia acertada y que ha sido capaz de ganar las elecciones ha sido Ciudadanos. Por tanto, calma y tranquilidad, que estamos haciendo lo que tenemos que hacer y en el momento en el que tenemos que hacerlo. Yo no tengo nada claro que los independentistas vayan a llegar a un acuerdo, con gente huida de la justicia, gente en Bruselas, gente en prisión… Sabemos muy bien lo que estamos haciendo.
No es solo cuestión del PP o del PSOE. La patronal catalana, Fomento del Trabajo, también le ha pedido a usted que intente plantear ya una propuesta de Gobierno.
Fomento del Trabajo tiene necesidad de que se diluya cuanto antes la incertidumbre y se dé seguridad de lo que va a pasar. Y ojalá hubiéramos podido tener un resultado en escaños acorde con los votos, porque ese mensaje ya se habría dado. Entonces, pido tranquilidad. Vamos a gestionarlo de la mejor manera posible. Sabemos lo que estamos haciendo. Creo que hemos tenido una estrategia ganadora. No solo en el resultado de las elecciones, también en el relato, en comunicación, hemos sabido darle la vuelta a la situación. Si hubiéramos dependido en un momento como este solo del PP y del PSC, que Dios nos hubiera cogido confesados. Si en unas elecciones como estas el constitucionalismo hubiera dependido del PP y del PSC, vaya, no me quiero ni imaginar el resultado que hubiéramos sacado. Tranquilidad. Entiendo que la gente quiera solucionar los 35 años de nacionalismo en cinco días, pero es que eso, por desgracia, no se va a poder producir.
¿No cree que para muchos puede ser frustrante que, una vez más, se asuma que son los independentistas los que deben gobernar?
Es que no he renunciado a hacerlo, antes de que haya otras elecciones. Lo que pasa es que esto acaba de empezar, así que calma, calma. Nunca hemos dicho que no lo intentaríamos. Lo que pasa es que esta sensación de urgencia se produce porque PP y PSOE salen al día siguiente de las elecciones para pedir que me presente a una investidura. ¿Por qué? Porque así no se habla del nefasto resultado que han tenido. Y el Partido Socialista, además, se ha pasado toda la campaña diciendo que a mí no me iban a hacer presidenta. Se me hace muy raro que al día siguiente de las elecciones ya me estén presionando para que me presente. Entiendo entonces que han cambiado de opinión y que me van a votar ahora, ¿no? Lo que hacen es más una estrategia de partido que una estrategia del constitucionalismo. Si el PP y el PSOE estuvieran pensando más en el constitucionalismo que en partiditos, no estarían en esa estrategia.
Si finalmente se lanza a formar Gobierno, ¿buscaría el apoyo del partido de la alcaldesa Ada Colau?
Con los comunes tendríamos que hablar, claramente. Yo jamás me he negado a hablar con los comunes para, por ejemplo, a través de su abstención, poder llegar a la presidencia. Yo nunca he puesto el veto a los comunes. Todo partido que pueda contribuir a parar la locura que está ocurriendo en Cataluña —la huida de empresas, la fractura social, la bajada de inversiones…—, evidentemente, será bienvenido. Si usted me pregunta, ¿para formar Gobierno? Hombre, iba a ser muy complicado. Pero conversaciones para poder desencallar esta situación, para poder gobernar la Generalitat, para que se abstengan al menos… por supuesto que sí. Nunca me he negado. Ahora, ¿qué harán los comunes? Pues han dicho por activa y por pasiva que votarán que no a mi investidura, pero bueno, ya veremos… ya veremos si quedan cinco días para convocar unas segundas elecciones y solo con una abstención se puede sacar adelante una investidura, ya veremos si ellos al final siguen votando que no.
¿Su estrategia se centra entonces en forzarles a evitar unas nuevas elecciones?
Bueno, no lo planteo como una estrategia, sino como una realidad. Es lo que puede ocurrir. La realidad es la que es. A mí me gustaría que hubiera ocurrido otra realidad, que la mayoría en escaños hubiera sido diferente. Simplemente con una ley electoral justa habríamos tenido la opción de gobernar. Pero como eso no ha ocurrido, les conozco bien, sé lo que van a hacer los partidos independentistas y cuáles son sus puntos débiles —porque los conozco, conozco su relato, conozco sus candidatos, conozco sus discrepancias de partido…— entonces sé que la estrategia más inteligente para el constitucionalismo es la que estamos siguiendo.
¿Esperar entonces a que fracasen?
Ellos son los que han decidido meter en sus listas a gente con gravísimos delitos a sus espaldas, y gravísimas imputaciones. Ellos son los que han decidido meter a gente que está en prisión, ellos son los que han decidido decir que su candidato es el president Puigdemont, y que es un presidente holograma… No lo hemos hecho nosotros. Ellos han planteado cosas que son impensables. Si no son capaces —y hay muchas posibilidades de que no sean capaces— nosotros tendremos la obligación y lo haremos, de plantear una alternativa, claro que sí, pero cuando toque, no ahora que es lo que querría el señor Puigdemont. El señor Puigdemont querría que yo me presentara el día 18 a la investidura para que fracasara.
En su momento habló usted de incorporar independientes a un futuro Gobierno de Cataluña. ¿Cree que hay una parte aún rescatable del independentismo?
Lo que sí que creo es que hay personas, más allá de hablar de partidos o de corrientes, hay personas independientes que no tienen carné de partido y que pueden aportar su granito de arena a un Gobierno transversal en Cataluña con el proyecto que hace falta en este momento. Yo he hablado con mucha gente y en estos años hemos hecho mucho trabajo para gobernar.
Vistos sus resultados electorales, ¿cuándo cree que comenzaron a equivocarse en Cataluña el PP y el PSOE?
Hace muchísimos años. Sin reformar España, sin cambiar la ley electoral. Pactando con los nacionalistas a cambio de mirar hacia otro lado con todo lo que estaba pasando en Cataluña, haciendo tripartitos con Esquerra en los que el PSC le dio medios de comunicación y… ¡Educación! ¡Es que luego nos quejamos! Han pensado más en sus partidos que en su país. El nacionalismo no crece en países que van bien, que son ilusionantes y que están orgullosos de sus símbolos y de sus éxitos.
Es especialmente dura con el PSC…
El PSC ha asumido absolutamente el discurso nacionalista. De hecho, lo hemos visto en la última campaña. Cuando Iceta decía cosas que no respondían al sentir mayoritario de sus votantes sino a la lógica nacionalista, como hablar de Cataluña y de España como si fueran dos realidades separadas, hablaba de privilegios, hablaba de indultos… La gente no pudo entender en campaña que se negara a pactar con nosotros y que dijera por activa y por pasiva que con Ciudadanos no iba a pactar, pero ya estaba preparando el indulto del señor Junqueras. Eso no lo entendió nadie. Sus votantes no lo entendieron.
¿Ha aprendido algo el independentismo después de este desenlace tan traumático?
Cuando hablamos del independentismo, a mí me gusta mucho distinguir entre lo que son los partidos independentistas y los líderes independentistas de la realidad social que apoya al independentismo. A mí me parece que los más irresponsables han sido los líderes de los partidos independentistas que, sabiendo que todo lo que estaban diciendo era mentira, seguían diciendo mentiras. En esta campaña, Puigdemont, y Esquerra, y todos, han seguido mintiendo. Han dicho que si ganaban las elecciones él iba a ser presidente, que iban a sacar a la gente de la cárcel, que iban a poder seguir haciendo su ruta independentista y que les iban a aceptar en Europa. Todo eso ha sido mentira otra vez. Su gran promesa es una gran mentira. ¿Han aprendido? Yo no sé si en su fuero interno han aprendido pero, desde luego, el mensaje que hemos lanzado al mundo en estas elecciones es que la primera fuerza en Cataluña es una fuerza claramente constitucionalista y que defiende claramente la unión de Cataluña con el resto de España y con el resto de Europa. Y eso es un gran paso. Nos habían ganado la batalla del relato en estos años. Ahora empezamos nosotros a ganar la batalla del relato. Pero para eso tienes que tener una estrategia comunicativa clara. Tienes que poder ganarles en las elecciones. Tienes que poder hablar sin complejos. Tienes que poder irte a Europa y a Bruselas a rebatir lo que ellos están diciendo en Europa y en Bruselas, como hemos hecho nosotros…
Hablar sin complejos… Es llamativo que al final de toda esta crisis, de lo que más se hable es de una propuesta como Tabarnia…
Que quede claro que nosotros no damos apoyo a que se separe Tabarnia del resto de Cataluña. No somos independentistas ni dentro de España ni dentro de Cataluña. Pero sí que es como una broma, una ocurrencia, que desmonta muy bien los argumentos independentistas, porque de repente ves a personas independentistas usando los argumentos unionistas para rebatir los argumentos de Tabarnia. Ha mostrado la fragilidad de los argumentos independentistas. Tabarnia es una broma argumental fantástica para poner delante del espejo a los partidos independentistas, porque los ves utilizando las tesis no independentistas para rebatir a Tabarnia. Yo creo que cuando pase un poco el tiempo veremos con más perspectiva lo que está pasando en Cataluña. A veces parece que estamos un poco frustrados porque no hemos conseguido tener una mayoría en escaños ya, en estas elecciones, y parece que no ha servido para nada. Pero no es así: estamos consiguiendo muchas cosas que no se habían conseguido en los últimos años. La gente ha salido en masa a la calle. ¿Usted sabe lo que es sacar un millón de constitucionalistas a la calle? Eso era impensable. Hay barrios en Cataluña que están ahora llenos de banderas españolas. Un millón cien mil personas han votado a Ciudadanos. Hemos ganado en escaños y en votos. Eso era impensable.
¿Qué es para usted ser catalán?
Yo creo que hay siete millones y medio de maneras de ser catalán. Yo no creo que haya una etiqueta que tengas que cumplir para ser catalán. Hay muchas maneras de sentirse catalán y creo que somos iguales de catalanes los que se sienten independentistas como los no se sienten independentistas. No creo en esa identidad ideológica que te lleva a pensar que si eres independentista eres más catalán.
¿Tiene usted ambiciones políticas nacionales?
Yo ahora mismo tengo encima de la mesa una responsabilidad política en Cataluña enorme. No me planteo para nada dar el salto a la política nacional ahora porque nuestra responsabilidad ahora es en Cataluña. A mí me encantaría poder gobernar en Cataluña. No por ser yo la presidenta, sino porque es tan necesario gobernar de otra manera, darle la vuelta a la situación, volver a la legalidad, que no se vayan más empresas sino que puedan empezar a volver algunas, las que podamos recuperar. Es que, como sigamos así tres años más, o dos años más, se van a cargar Cataluña del todo. La gente se cree que Cataluña siempre va a ser lo que es ahora, hagamos lo que hagamos. Y no. Si nos cargamos Cataluña, si empezamos a quitarle estabilidad, si empezamos a hacer barbaridades desde el Gobierno como han hecho ellos y no lo frenamos ya en seco, podemos arrepentirnos toda la vida de esta negra etapa en Cataluña. Para no conseguir nada, porque la independencia no la van a conseguir.