Javier Perazzo contó el trágico momento cuando su hija quedó atrapada por un desmoronamiento de piedras y arena.
Parado delante del derrumbe que se llevó la vida de su pequeña hija, Javier Perazzo, papá de Emma, la nena muerta en Mar del Plata, intenta contar, aguantando el dolor, cómo fue ese fatídico momento. “Le cayó un bloque de arena de 2 x 2 encima”, arranca diciendo a Crónica TV este hombre de 34 años, que aún no puede creer lo que tocó vivir.
Emma, su beba, tenía dos años y ocho meses. Murió el lunes al quedar debajo de un alud de tierra, arena y piedras, resultado del desmoronamiento de un acantilado en una playa de las afueras de Mar del Plata.
La beba se encontraba en la playa con su madre de 34 años y el padre, cuando se produjo el desmoronamiento. “Fue un instante, nos dimos cuenta al escuchar el estruendo“, contó Javier. Era la primera vez que llevaban a Emma a pasar un día de playa.
Sobre la niña cayeron piedras, arena y tierra lo que produjo que su cuerpo quedara enterrado por varios minutos.
“Me quebré la mano tratando de sacar a mi hija. Sacamos la tierra con las uñas”, dijo Javier. “El guardavidas estaba a 600 metros: vino corriendo. A los 15 o 20 minutos la encontraron; ya no tenía muchos signos, otro guardavidas y su padre intentaron reanimarla”, agregó.
“Es una fatalidad, una desgracia: no sabíamos que acá podía pasar esto“, dijo Javier. “Sí se puede decir que hay recaudos para tomar“, agregó. “Es una playa habilitada, hace dos años que los guardavidas están pidiendo los carteles de advertencia para los acantilados”.
La tragedia se produjo a las 13,30 del lunes en la playa pública de una zona de acantilados conocida como “Las Delicias”, al norte de Mar del Plata. Se trata de un sitio de aproximadamente 1.200 metros, elegido por turistas y pescadores, que buscan un ámbito de tranquilidad junto al mar.
Tras el derrumbe, la madre de la niña pidió ayuda a la gente que estaba en la playa y a los guardavidas del lugar, quienes le practicaron maniobras de reanimación, pero como no dieron resultado la trasladaron al Hospital Materno Infantil de la ciudad balnearia.
En el hospital continuaron con las tareas de resucitación, pero finalmente la pequeña falleció. “Ahora estoy tratando de que no quede en una noticia de verano“, dijo Javier. “No estoy pidiendo que echen a nadie, con que haya un cartel de advertencia me doy por satisfecho“, expresó.