El ingeniero ferroviario habló en la 99.9 sobre la disolución de Ferrobaires y señaló que los dos administradores que puso la gestión de la gobernadora Vidal fueron agredidos por patotas y dejaron de ir a trabajar: “en gran medida fue una cueva de ñoquis, pero este gobierno no sabe como resolver el problema que tiene y lo destruye”, criticó.
El anuncio de la disolución de Ferrobaires que realizó la gobernadora María Eugenia Vidal ha traído críticas de diferentes sectores. El ingeniero ferroviario Norberto Rosendo, había explicado años atrás en la 99.9 que el destino de la empresa era su desaparición y además, que era una “cueva de ñoquis” (Ver Nota).
Sin embargo, con la acción política consumada, el propio Rosendo eligió ser un poco más cauto con sus palabras: “Ferrobaires es un problema complejo. En gran medida fue una cueva de ñoquis, pero este gobierno no sabe como resolver el problema que tiene y lo destruye”, dijo esta mañana. Luego abundó: “no pudieron manejarlo porque al primer administrador que pusieron se lo cagaron a palo y al segundo casi lo matan por lo que quedó acéfala hasta el momento en que la gobernadora decide suspender los servicios”.
La naturalización de los aprietes a quienes están encargados de regularizar una empresa, suena escalofriante porque no hizo foco en ningún momento sobre estas acciones. También defendió a un grupo de trabajadores que todavía seguía manteniendo la actividad a pleno: “había un grupo grande de ñoquis y otro grupo grande que trabajaba, era mitad y mitad. El proceso comenzó cuando todavía estaba Randazzo y han pagado buenos por malos. La mayoría de la gente que sigue son trabajadores del interior y que son los responsables de que los trenes sigan funcionando”.
Rosendo también fue crítico con el gobierno de Vidal pero aclaró que en nuestra ciudad no habrá tantas complicaciones: “la liquidación de empresas como las está haciendo este gobierno, trae un problema social muy grave. La gente de Mar del Plata no tiene tantos problemas porque Ferrobaires será reemplazado por Ferrocarriles Argentinos, al igual que Bahía Blanca. Sin embargo todo el oeste se ha quedado sin servicio”.
Respecto de las agresiones sufridas por los administradores que quiso poner la gobernación, agregó con total naturalidad: “el primero se hizo cargo y llegó una patota que lo molió a palos y no fue más. El segundo que pusieron también dejó de ir por lo que quedó acéfala la empresa. Tendrían que haber ejecutado una política más racional pero no lo han hecho, cortaron por lo sano”, concluyó.