Después de diez años de cautiverio, dos de las tres chicas pudieron regresar con sus familias, mientras que la tercera ha ingresado en un hospital por padecer aparentemente problemas mentales.
Luego de ser rescatadas el pasado lunes en una casa de Cleveland, en Estados Unidos, Amanda y Gina, pudieron regresar ayer con sus familias tras haber estado desaparecidas y sometidas a una reclusión que incluía abusos, cadenas, cuerdas y cerraduras para evitar que pudieran escapar.
El fiscal asistente de Cleveland, Victor Pérez, dijo en una rueda de prensa que, Ariel Castro, el sospechoso número uno, se enfrentará a cuatro cargos por secuestro y tres por violación. Además explicó que dos de los hermanos de Ariel, Pedro y Onil, quienes también se encuentran detenidos, por el momento no tienen cargo en su contra.
El jefe de policía de la ciudad de Cleveland, Richard McGrath, en una entrevista con la NBC, contó que los investigadores han encontrado cadenas y cuerdas y “hay confirmación” de que las mujeres estuvieron atadas para evitar que escaparan.
Amanda Berry, de 27 años se refugió en la casa de su hermana, junto a Jocelyn, la hija de 6 años que tuvo Amanda en su cautiverio. Alli la esperaron con globos y ositos de peluche que le han regalado sus vecinos, para celebrar su regreso.
“Estamos contentos de tener a Amanda en casa. Pedimos privacidad para su recuperación”, fueron las palabras de su hermana, Beth Serrano.
Gina DeJesus, de 23 años y de origen puertorriqueño, regresó a la casa de sus padres. Escoltada por agentes y cubierta con un jersei verde, llegó a su casa recibida por los vecinos que coreaban su nombre y le daban la bienvenida en español y en inglés.
Por su parte, Michelle Knight, de 32 años y desaparecida desde el año 2002, fue trasladada a un hospital para ser tratada aparentemente de problemas mentales que ya padecía antes de su secuestro y que se han podido agravar debido a las malas condiciones en las que vivió.
El canal local WOIO dijo que una de las chicas ha dicho a los investigadores que quedó embarazada en varias ocasiones pero perdió los niños por las agresiones que sufrió de su secuestrador. Por el momento, no hay confirmación oficial de esos abusos sexuales. La policía no ha hallado restos humanos o entierros en la casa de Ariel Castro.
Las víctimas estaban en un sótano oscuro, asegurado con cerraduras. Solo salían ocasionalmente para tomar aire en el patio trasero, según informaron fuentes locales. Algunos vecinos del barrio, que tiene una gran presencia puertorriqueña, recuerdan que pese a la apariencia normal de Castro fueron testigos de algunos sucesos extraños.
Además se cree que hubo negligencia por parte de la policia. Ya que, Israel Lugo declaró que la policía examinó superficialmente la casa cuando los llamó para informar de golpes en la puerta de la vivienda y bolsas negras cubriendo las ventanas. En las pesquisas solo llamaron a la puerta, pero no recibieron respuesta.
Según la Policía, la única vez que se acercaron a la casa fue durante la época de las desapariciones para investigar una queja contra Castro.
Nina Samoylicz, una vecina de los Castro, explicó al canal que hace unos dos años llamó a la policía para informarles de que había visto a una mujer desnuda gateando por el patio trasero de la casa y luego un hombre la obligó a entrar en la vivienda. Según Samoylicz, la policía pensó que estaba bromeando y no contestó la llamada. De acuerdo al jefe policial McGrath no hay registros de esas dos llamadas.
Ariel Castro, había sido denunciado en 2005 por golpear a su ex esposa Grimilda Figueroa, a la que rompió la nariz, costillas y dientes, y por intentar raptar a sus propias hijas. Castro no solo engañó a sus vecinos sino que, según la CBS, ayudó a la familia de DeJesus a repartir papeles para pedir la colaboración de todo aquel que tuviera información de la adolescente desaparecida.
El FBI además investiga si Castro y sus hermanos son responsables también de la desaparición de Ashley Summers, una joven de 14 años años a quien buscan desde el 2007 y es relacionada con los casos de Berry y DeJesus. Sandra Ruiz, la tía de DeJesus, pidió ante los medios que no se olviden de Summers, y dijo que no habrá represalias contra la familia de los Castro.