“Piquito” Arcuaz, el ladrón asesinado por un abogado en Olivos, estaba prófugo tras una salida transitoria

Tenía 32 años y el 7 de diciembre debió presentarse en la Unidad 41 de Campana, donde cumplía condena por robo agravado. Un informe del SPB no recomendaba ese beneficio.

El ladrón que fue asesinado por un abogado durante un intento de robo anoche en Olivos debía estar preso en la Unidad 41 de Campana.
Marcelo David Alfredo Arcuaz tenía 32 años y era padre de 4 hijas. Desde el 7 de diciembre de 2017 estaba prófugo, porque no se presentó de regreso de una salida transitoria. Purgaba una condena de 10 años por robo agravado.
El detalle que vuelve a poner a la Justicia en la mira es que el Servicio Penitenciario Bonaerense, a través de un informe técnico, había marcado como “inconveniente” otorgarle a “Piquito” Arcuaz este beneficio. De todos modos, el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de San Isidro autorizó las salidas transitorias, en un fallo firmado por el juez Gabriel Alejandro David en agosto de 2017.
La medida le permitía a Arcuaz contar con 12 horas mensuales de “libertad”, en porciones de tres horas por semana. El jueves 7 de diciembre salió, pero no volvió.
Anoche era su vida o la de un abogado, al que intentó asaltar junto con un cómplice, que escapó tras el hecho. Todo ocurrió alrededor de las 21.30 en calle Italia al 1600, Olivos, cuando el abogado, de 43 años, salía de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines.
Según las fuentes, el abogado, domiciliado en la Capital Federal, ya había subido a su automóvil importado, marca BMW, cuando dos delincuentes llegaron con intenciones de robo en un Toyota Etios.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir la policía, los ladrones lo amenazaron con un arma de fuego, por lo que en ese momento el letrado sacó un revólver calibre 38 marca Colt, del que es legítimo usuario, y se tiroteó con los delincuentes.
Uno de los asaltantes (Arcuaz) cayó muerto en el lugar, mientras que el otro llegó a huir corriendo y dejó abandonado el Toyota con el que habían llegado.
Ese vehículo tenía pedido de secuestro, ya que había sido robado en Olivos el 18 de diciembre. En el baúl, Arcuaz y su cómplice llevaban una ametralladora FMK3 con numeración suprimida, dos pistolas Bersa calibre 22, 50 cartuchos 9 mm y teléfonos celulares.
El caso es investigado por el fiscal de Vicente López Martín Gómez, quien ordenó preservar el lugar para el trabajo de los peritos y realizar diversas diligencias para intentar localizar y detener el cómplice que logró escapar.
Los investigadores aún no habían podido identificar al presunto ladrón fallecido, cuyo cuerpo será remitido a la morgue para su correspondiente autopsia.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que el fiscal Gómez no adoptó ningún temperamento con el abogado, ya que de acuerdo a las primeras investigaciones todo indica que se trató de un caso de legítima defensa.