Mario Cimadevilla, integrante del Consejo de la Magistratura y senador, advirtió en la 99.9 que sea cual sea el fallo del juez Alfonso sobre la constitucionalidad o no de la Ley de Medios, todavía falta mucho para que se efectivice y Clarín deba reacomodarse.
El senador Mario Cimadevilla integra el Consejo de la Magistratura y es palabra autorizada al momento de analizar el pedido de enjuiciamiento contra quienes rechazaron el per saltum presentado por el Gobierno. Esta mañana en la 99.9, fue muy claro en sus conceptos sobre la posibilidad de que esto suceda: “no hubo ninguna presentación. Los pueden denunciar; pero de ahí a que la denuncia prospere, se les va a complicar mucho. Para poder remover a un juez se requiere el consenso de dos tercios de los integrantes del Consejo de la Magistratura, y ellos no cuentan con esos dos tercios. Esto bloquea la manera en que el oficialismo se quiere manejar con los jueces que no le gustan”.
Hasta el momento, desde el Gobierno han intentado de varios modos que la Ley se haga efectiva. Y Cimadevilla opinó que “hay medios que son afines al gobierno y pretenden generar una presión sobre los jueces. Dan por sentado cosas que en la realidad no se pueden conseguir. No se puede pretender dictar justicia desde el Ejecutivo, que ha dado un avance sobre el Poder Judicial para lograr las sentencias que ellos quieren”.
Sobre la continuidad de la causa, aclaró que “el juez Alfonso es quien debe expedirse en primera instancia en cuanto a la legalidad de la Ley de Medios, para después dictar sentencia. Luego existen las vías recursivas, la Cámara de Apelaciones y la propia Corte, donde creo que terminará este juicio. Porque cualquiera de las partes que pierda, apelará hasta la Corte. Recién cuando quede firme el fallo, ahí empezará a correr el período de desinversión para Clarín. A esta situación le queda un período largo hasta que se resuelva definitivamente”.
En ese marco, el senador también cree que las cosas pueden mejorar y que la Ley de Medios no es la excepción. “Siempre hay margen para mejorar las cosas. En la aplicación de la propia ley pueden surgir situaciones no previstas por el legislador. La ley puede tener intenciones que todos compartimos, el problema está en que al justicialismo no le gusta someterse a la Constitución ni a la ley y cree que ambos deben servir a los caprichos del poder. El Gobierno malversa el funcionamiento de cualquier institución”, aseguró.
Por último, habló sobre cuestiones culturales propias de nuestro país que serán una piedra en el zapato durante muchos años: “hay un problema cultural en Argentina muy grave. Si a Menem le reprocho algo, es el tema cultural, más allá de la vanalidad con la que manejaron los asuntos de Estado. Cuando un país está mal económicamente como en Argentina, con tres cosechas saca la cabeza fuera del agua; pero cuando el problema es cultural, se necesitan generaciones para recomponerse”.