La Dra. Lina Nuñez, coordinadora del Plan Nacional de Tumores Familiares y Hereditarios del Instituto Nacional del Cáncer, habló esta mañana en la 99.9 sobre la predisposición genética al cáncer de mama. Comentó que “en Argentina, se hacen los estudios moleculares y están disponibles en el ámbito privado”.
La decisión de la actriz Angelina Jolie de practicarse una doble mastectomía para evitar el riesgo de contraer cáncer de mama, instaló la inquietud sobre esta predisposición genética.
Para brindar mayores datos al respecto, la Dra. Lina Nuñez, médica clínica y genetista, y coordinadora del Plan Nacional de Tumores Familiares y Hereditarios del Instituto Nacional del Cáncer, habló en la 99.9: “a partir de los estudios genéticos podemos tomar decisiones; en este caso, para prevenir. Los genes que están relacionados con el cáncer de mama, y por lo que Angelina Jolie tomó esta decisión, fueron descubiertos en 1995. No hace mucho que podemos saber cuál es el riesgo del cáncer de mama”.
Este tipo de tecnologías está disponible en nuestro país para que se pueda utilizar: “se conoce como ‘asesoramiento genético’, es una práctica médica en la cual uno evalúa si el cuadro de ese individuo o esa familia puede corresponder a un cuadro de alto riesgo de cáncer. De ese asesoramiento surge la decisión de hacer un estudio genético. En Argentina se hacen los estudios moleculares y están disponibles en el ámbito privado, pero muchas obras sociales los cubren. Son costosos y en el ámbito público no hay todavía estudios completos, sí parciales”.
Refiriéndose específicamente al tipo de caso que hoy puso en el plano mundial Jolie, la Dra. Nuñez destacó que “este tipo de casos, que se llaman ‘tumores hereditarios’, corresponden a un fragmento bajo de los cánceres de mama, que son entre el 5 y el 10% y se deben a alteraciones genéticas que se pueden heredar. No es cualquier tumor; tampoco, si uno se hace una mastectomía y saca la glándula mamaria el riesgo de cáncer se pasa a otro órgano, sino que los genes aumentan el riesgo de desarrollar tumores que están relacionados con ésos genes. En este caso, serían cáncer de mama o de ovario”.
A la hora de hablar de cáncer se deben tener en cuenta muchos factores, y no solamente esta predisposición desde la genética: “en el tema del cáncer, el ambiente, las hormonas y factores desconocidos siempre están influyendo; no es que solamente los genes determinen el fenómeno, es una interacción constante”. También se debe tener en cuenta, a modo de prevención, los grupos étnicos de la familia: “hay grupos étnicos donde el cáncer de mama hereditario es más común; los judíos de Europa Occidental son uno de esos grupos. Una mujer que tiene una ascendencia judía en su familia tiene que dar más peso y valor a los casos de cáncer de mama porque tiene más probabilidades que su cáncer de mama pueda ser hereditario”.
Las medidas de prevención pasan principalmente por la mamografía, pero solo en las mujeres que superan cierta edad o cuando un médico lo crea necesario, ya que el abuso tampoco es recomendable: “la mamografía es un método de prevención y control estandarizado para el cáncer de mama de riesgo habitual. Se recomienda que las mujeres a partir de los 50 años se hagan una mamografía anual. Las mujeres más jóvenes no tienen indicación de hacerse una mamografía, a no ser que haya algo que haga pensar que tenga algún riesgo. La prevención que se hace depende del riesgo de tener la enfermedad”.
Los cambios en la enfermedad tienen que ver con mutaciones. Por eso, la doctora aclaró que “como especie humana ocurrirán siempre, y en muchos casos nos protegen de algunas cosas, nos permiten ser más aptos para sobrevivir. Algunas otras derivan en la aparición de enfermedades. El cáncer en sí es una enfermedad genética. Cuando se estudia cualquier tipo de cáncer hay errores genéticos, pero ocurriendo en el órgano donde se desarrolla el cáncer”.
Por último, brindó un dato claro sobre el ejemplo que inició todo el cruce informativo: “de cada diez mujeres que tienen mutaciones en este gen, ocho van a tener cáncer de mama. Hay un riesgo claramente aumentado. Quizás Angelina Jolie estaba del lado de las dos que nunca iban a tener cáncer de mama, aunque nunca lo podremos saber. Es fundamental que el individuo tome una decisión informada al respecto”.