Lo denunció la diputada Marcela Fernández. Se debe a que las madres consumían la droga, 90% de ellas en situación de vulnerabilidad.
Ocho de cada diez bebés que llegan a la Casa Cuna de Mendoza presentan cocaína en sangre, debido a que sus madres consumían droga, según lo denunció la diputada de Cambiemos Marcela Fernández.
“Los niños llegan con síndrome de abstinencia, que se manifiesta con convulsiones y llantos prolongados, entre otros signos. También coincide con que la madre no ha recibido ningún control, además de que el 90% de ellas pertenecen a una situación de vulnerabilidad”, dijo la legisladora, quien fue subsecretaria de Desarrollo Social de la Provincia.
Los bebés llegan a la Casa Cuna cuando se detecta que hay una situación de vulnerabilidad, como por ejemplo cuando la madre se encuentra drogada o se “nota una falta de vinculación materna”.
“En estos casos, interviene la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), llamando a los familiares del niño, y si no los encuentra se lo deriva a la Casa Cuna, teniendo en cuenta también el diagnóstico del hospital”, aclaró.
Otro dato que dio a conocer la legisladora es que en dos años se triplicó la cantidad de certificados de discapacidad de niños de 0 a 5 años.
“Las drogas que se encuentran en los bebés dejan secuelas, muchas veces discapacidades físicas relacionadas con lo neuronal, y esto hace que se vean estos números”, contó.
En total, en la Casa Cuna hay 100 niños de 0 a 5 años en diferentes hogares (4 hogares individuales y 2 con hermanos).
En la provincia ingresan alrededor de 20 niños por día a algún hogar, debido a una situación de vulnerabilidad, como abandono o violencia, entre otras causas, publica el Diario UNO.
En la provincia hay 33 hogares que se dividen de la siguiente manera: 3 en la zona Este, 4 en el Valle de Uco, 3 en San Rafael y el resto, en los departamentos del Gran Mendoza. En total hay 506 chicos que viven en algunos de esos espacios de contención.
La voz oficial
Belén Canafoglia, directora de Cuidados Alternativos del Ministerio de Desarrollo Social, indicó que los casos de recién nacidos con contenido de droga en sangre van en aumento con respecto al año anterior.
“Lo que se hace en esos casos es mantenerlos más tiempo en neonatología, unos 15 días, hasta que los síntomas de abstinencia van desapareciendo, ya que el cuerpo se va desintoxicando de a poco”, dijo.
Además de atender al niño, se le indica un tratamiento de desintoxicación a la madre, se le realiza un seguimiento, se la evalúa, y luego se determina qué se hace con el niño.
“En estos casos muchas veces aparece la red familiar, es decir, un hermano, un tío o abuela interesado que reclama al recién nacido”, explicó.
En esas situaciones también la DINAF hace un diagnóstico de la situación para ver si es posible entregar al chico a los familiares.
“Por lo general, y en todos los casos, se tiende a que los niños que recién nacen o están en los hogares vuelvan a su entorno familiar, siempre y cuando todo esté en condiciones saludables para el chico”, afirmó la funcionaria.
Comentó que de los 17 recién nacidos detectados con cocaína, actualmente sólo quedan 6 en la Casa Cuna, ya que el resto se reintegró a su red familiar.