En un abierto desafío a la política arancelaria de la Casa Blanca, Harley-Davidson anunció ayer que trasladaría a fábricas fuera de Estados Unidos parte de la producción de las motos que envía a la Unión Europea (UE), y agregó que prevé que las tarifas del bloque le costarían a la empresa entre 90 y 100 millones de dólares al año.
El traslado de la producción es una consecuencia no intencionada de la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer tarifas al acero y aluminio europeos este mes para proteger los empleos del país norteamericano.
En respuesta a los aranceles, la UE comenzó a imponer la semana pasada tarifas del 25% a una serie de productos estadounidenses, entre ellos las motos de gran cilindrada como las Harley, por unos 3400 millones de dólares.
En un documento presentado al regulador, la empresa con sede en Milwaukee, Wisconsin, dijo que los aranceles europeos supondrían un costo adicional de unos 2200 dólares promedio por cada moto exportada de Estados Unidos a la Unión Europea, aunque no elevaría los precios al por mayor o al por menor a concesionarios.
Trasladar fábricas al exterior, insumirá a Harley Davidson entre 9 y 18 meses; de manera que entretanto la empresa absorberá el alza de costos, anunció en una nota. Harley-Davidson no especifica hacia donde transfiere la producción ni cómo afectará al mercado norteamericano. “No es nuestra preferencia, pero es la opción para preservar la viabilidad del negocio en Europa”.
Actualmente, la compañía tiene fábricas en York (Pensilvania), Kansas City (Misuri) y Menomonee Falls (Wisconsin). Las operaciones fuera del país están en Australia, Brasil, India y Tailandia.
La empresa espera que las tarifas supongan un costo extra de entre 30 y 45 millones de dólares para el resto de 2018, dijo el documento. Las acciones de Harley caían ayer un 5,3% en la Bolsa de Nueva York.
“Harley-Davidson cree que el tremendo incremento de costo, si se traspasa a concesionarios y clientes minoristas, tendría un impacto negativo inmediato y duradero en sus negocios en la región”, dijo la empresa.
Ante los problemas para sobreponerse a un descenso en la demanda en Estados Unidos, Harley intenta impulsar las ventas de sus icónicas motos en el exterior a un 50% del volumen anual de ventas desde el 43% actual.
Harley anunció en enero el cierre de una planta en Kansas, Misuri, como parte de un plan de consolidación después de que sus envíos de motocicletas cayeran a su menor nivel en seis años.
En 2017, Harley vendió casi 40.000 motos nuevas en Europa, que supone más de un 16% de las ventas de la empresa el año pasado. Los ingresos de la UE fueron los segundos sólo por detrás de los de Estados Unidos.
Irónicamente, Trump puso precisamente a Harley Davidson como ejemplo del daño que hacía la competencia desleal en el comercio. Es una de sus corporaciones preferidas.
En febrero del pasado año recibió incluso a los ejecutivos de la compañía en la Casa Blanca, cuando no llevaba ni dos semanas en el Despacho Oval. Al fabricante de motos no lo afecta solo el arancel europeo. También necesita acero y aluminio en su proceso de producción.
En este contexto, Donald Trump dio, además, un ultimátum el viernes pasado a la UE para que desmonte el arancel del 10% que aplica a las importaciones de automóviles fabricados en Estados Unidos.
Si no lo hace, procederá a aplicar una tarifa aduanera del 20% a los autos europeos, frente al 2,5%.
El jefe de la Casa Blanca volvió a utilizar anteayer su cuenta de la red social Twitter para insistir en que el comercio con sus socios comerciales debe ser justo y recíproco.